
La cantante y compositora Victoria Reguera, mejor conocida como Bop Contra la Cortina, estrena "Morbo", su segundo disco plagado de canciones crudas y honestas que funcionan como un mapa emocional, guiado por una feroz voz que combina rock con tango, post punk, blues, funk, jazz y folk. Hoy, jueves 17, a las 20hs presenta un show único en El Zurco (Av. Bodeo 830). Desde Zibilia nos juntamos para hablar del detrás de escenas, los procesos que tuvo que atravesar y mucho más.
Tu música nació de un blog íntimo. ¿Recordás alguna entrada que marcó un antes y un después en tu forma de escribir?
Del blog a las canciones hubo 5 años de distancia. Quizás no fue alguna de las entradas en particular sino el blog en conjunto y el hecho de empezar a “ser” Bop Contra la Cortina y publicar lo que hago a nivel artístico. De las entradas, hay una que es mi favorita, “Montoto”, con el que tengo pensado hacer un libro infantil ilustrado y que espero sacar en el trascurso del año próximo. La entrada está inspirada en el trabajo de Antonio Berni y su personaje Juanito Laguna.
Tu álbum lo llamaste “Morbo”, ¿sentís que la crudeza es necesaria para crear?
En ese momento me pareció importante porque era la única manera de hacerlo con verdad. Pienso que el arte es una forma disruptiva de gritar honestidad y que debe interrumpir el mundo, obligado a plantear nuevas perspectivas de forma intima o masiva. Yo necesité en ese momento tocar todos mis bordes, reconocerme y tomar conciencia. En el medio de este aprendizaje me convertí en mamá lo cual me llevó a dejar de lado cualquier plano abstracto porque lo que primaba era la supervivencia de mi misma y fundamentalmente de un tercero. Quizás ser dueña de esa fragilidad aceleró todo lo que me venía pasando, atravesando encima una situación violenta. Tuve que decidir despertarme para salir con mi hijo.
Entre Chet Baker, Nathy Peluso, Dostoyevski y Patricio Rey, ¿Quién te gustaría que escuche tu álbum y por qué?
De todos estos nombrados, por una cuestión romántica, Chet Baker, aunque creo que se cagaría de risa. Sí me gustaría que me escuchen mujeres porque creo que mi disco puede ser un alivio para muchas. Me resulta reconfortante encontrarme en historias parecidas. A las mujeres siempre nos tratan de locas, en un intento de infantilizarnos pero muchas locas juntas puede ser de este lado acogedor y del otro intimidante. Me parece que ubicarnos en el lugar del desafío es una buena plataforma de cambio.
¿Qué fue lo más liberador y lo más difícil de grabar este disco?
“Morbo” surgió de una manera casi mágica y le terminó de dar sentido a todo. La canción la soñé, eso es algo que me sucede a menudo. Me desperté y corrí a la guitarra para grabarla con el celu. Acababa de presentar mi primer disco y no tenía idea si alguna vez volvería a grabar o a tocar. Se la mostré a mi productor y al saxofonista y él me regaló ese arreglo hermoso de flauta. Con eso decidí meterme al estudio y grabarla. Ese día estaba muy nerviosa porque era la primera vez que dejaba a mi hijo solo con su padre y recibía constantemente mensajes terribles de él. Pero supe sobreponerme a eso, grabamos y fue todo perfecto. Ese mismo día me di cuenta que mi corazón estaba ahí y algo en mí cambió para siempre. No podría decir que el proceso fue difícil, ya que hacer música es un lugar precioso al que accedo de a ratitos. Para “Morbo” decidí estar presente y hacer un disco conceptual de 14 canciones, un laburo inmenso que disfruté un montón.
¿Qué pasa arriba del escenario que no pasa en ningún otro lugar de tu vida?
Me resulta increíble y me cuesta acceder a esa persona que expone todo, se muestra vulnerable y se suelta. Soy una mina que aprendió a que soltarse es perder porque no hay nadie atrás para agarrarte. Por lo cual, de todo esto la parte del escenario es la que me resulta más desafiante pero voy bajando la guardia. De alguna manera mi cuerpo, lo que hago o no es parte de la obra y respeto ese proceso sin forzarlo, escuchando, aprendiendo y dejándome asesorar. Hoy soy esto, soy Morbo.
Hay una idea fuerte de “valores de otro tiempo” en tu obra. ¿Qué sentís que necesitamos recuperar con urgencia hoy?
Siempre pensé que tendría que haber nacido en la época de las vanguardias, de los idealismos y las utopías. Se que puede sonar adolescente pero me parece importante tener una idea chica o grande corrida para delante que suponga un lugar mejor. Me sulfura ver como estas ideas de base fueron fagocitadas por el mercado y el consumo, perdiendo el sentido. Ahora todo es rápido, liviano, etéreo y yo misma me veo presa de estos hábitos tan inconexos, donde ya no usamos el cuerpo, no nos sentimos y encontramos. Por eso me parece importante recuperar estas ideas.
¿Qué te gustaría que le pase a alguien que te escucha por primera vez en este show?
Me gustaría que preste atención, se corra del centro y haga lugar a algo nuevo. Que decida por si misma y no por una verticalidad de negocio de estoy donde hay que estar, hago lo que hay que hacer. Me gustaría que la gente que me escuche pueda por un ratito recuperar su humanidad.



