En esta nota te todo contamos acerca de Agatha Mary Clarissa Miller, la escritora y dramaturga mejor conocida como Agatha Christie, un sinónimo de suspenso y misterio en la literatura, que no fue sólo eso, sino que su obra llegó a tener tanto éxito que el Libro Guinness de los récords la incluyó en su catálogo como la novelista más vendedora de todos los tiempos. A días del estreno de la nueva versión de "Muerte en el Nilo", dirigida y protagonizada por Kenneth Branagh como Hércules Poirot (que llega a las salas el 10 de febrero), desde Zibilia armamos un repaso por las mejores películas basadas en sus libros.

Cuando Christie superó la barrera de los dos mil millones de copias vendidas, quedó ubicada solo detrás de las obras de William Shakespeare y la Biblia. Asimismo, fue caratulada como la autora individual más traducida, con ediciones en por lo menos 103 idiomas. A tal punto llegó el reconocimiento, que en 1971 le concedieron el título de Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico y, en el 2013, su obra "El asesinato de Roger Ackroyd" fue elegida como la mejor novela de crimen de todos los tiempos por 600 miembros de la Asociación de Escritores de Crimen.

Creadora de personajes emblemáticos, como Hércules Poirot y Miss Marple, Christie supo hilvanar tramas perfectamente estructuradas, donde los enigmas captan enseguida la atención del lector y no lo sueltan hasta las últimas páginas. En sus relatos policiales están siempre subyacentes retratos sociales de diversa entidad, que van muchas veces de la mano de lo geográfico, lo cultural y hasta lo político.

Por ejemplo, si las historias protagonizadas por Poirot exploran lo que eran los confines del Imperio Británico y presentan personajes con componentes exóticos, las centradas en Miss Marple suelen situarse en el interior de Inglaterra y despliegan intrigas que rozan lo cotidiano y ordinario.

Pero Christie no solo consiguió convertirse en la “reina del crimen” gracias a sus imaginativas historias policiales y sus personajes capaces de convertirse en paradigmas ineludibles. También lo hizo porque esos elementos se fusionaban con enorme fluidez en torno a reflexiones éticas y morales sobre la vida, la muerte y el crimen que eran tan directas como complejas. Sus novelas y obras teatrales eran sólidos vehículos reflexivos y analíticos que interpelaban las experiencias de los lectores sin por eso dejar de lado el entretenimiento más puro y noble.

Todavía hoy, leer un libro de Agatha Christie implica una diversión garantizada, tiempo que se pasa volando, algo que solo logran los clásicos indestructibles. La fluidez inherente que posee la obra de Christie convirtió en prácticamente inevitable su eventual llegada a la pantalla grande, aunque para lograr buenos resultados se requiriera de elencos carismáticos, un gran pulso narrativo y precisión estética en lo audiovisual. Ya desde la década del treinta se hicieron adaptaciones y, con breves pausas, esa tendencia continúa firme.

Estas son las ocho películas imperdibles para deleitarse en el enigmático "universo Christie"

Mortal sugestión (1937)

Dirigida por Rowland V. Lee y basada en una historia corta de Christie, fue una de las primeras que probó que el mundo de la escritora podía ser trasladado al campo cinematográfico. El relato se centra en una mujer que acaba de romper con su novio, pero que recupera la felicidad cuando obtiene el premio máximo de la lotería y luego, en un viaje, conoce al que cree que podría ser el hombre de su vida. Totalmente enamorada, se casa con él, pero progresivamente va descubriendo que su marido es alguien perturbado y que su vida está en peligro. Un film con una tensión que escala sin pausa y con gran efectividad.

Diez negritos (1945)

El relato de Christie es una muestra de cómo combinar simplicidad y maestría, tanto en la idea inicial como en la ejecución. Diez personas que son invitadas a una isla por un anfitrión desconocido y que comienzan a ser asesinadas una por una, en una especie de juego tan maligno como fascinante. Para replicar ese suceso literario, nada mejor que un sabio realizador como René Clair y un elenco multiestelar, integrado por nombres como Barry Fitzgerald, Walter Huston, Louis Hayward, Judith Anderson y Roland Young. Un film plagado de suspenso, pero también sumamente disfrutable.

Testigo de cargo (1957)

Indudablemente una de las mejores adaptaciones de un texto de Agatha Christie, este film está basado en la obra teatral del mismo título y es un modelo a seguir para cualquiera que quiera abordar el subgénero del drama judicial. Posiblemente la clave esté en quien está a cargo de la dirección, Billy Wilder, no de los realizadores más extraordinarios de la historia, capaz de amoldarse a cualquier superficie genérica, estética o narrativa. A eso hay que sumarle un reparto integrado por Charles Laughton, Tyrone Power, Marlene Dietrich y Elsa Lanchester (criada en la ficción y esposa en la vida real de Laughton), todos estupendos en sus roles. Una gran lección de cómo trabajar las máscaras identitarias y las apariencias con enorme lucidez.

Asesinato a bordo (1964)

Esta película de George Pollock es una buena oportunidad para ver cómo el cine pensó a otro gran personaje de Christie, como es Miss Marple. Margaret Rutherford interpreta a la amable e inteligente anciana, cuya curiosidad y capacidad para la observación le permite convertirse en una espléndida detective. Aquí le toca investigar la muerte de un tripulante de un barco, en un relato muy bien llevado, con precisos toques de humor negro y con algunos pasajes apasionantes.

Asesinato en el Orient Express (1974)

Sidney Lumet, un cineasta que siempre tuvo un vínculo sólido con el policial, supo trasladar con gran eficacia este icónico relato. Otra vez encontramos un reparto repleto de nombres prestigiosos: Albert Finney como el legendario Hércules Poirot, además de Lauren Bacall, Vanessa Redgrave, Sean Connery, Jacqueline Bisset, Anthony Perkins, Martin Balsam, Michael York, Richard Widmark e Ingrid Bergman. Esta última terminó llevándose el Oscar a la mejor actriz secundaria, gracias a un rol repleto de matices. Este clásico whodunit es muy fiel a la novela y esa posiblemente sea su mayor fortaleza.

Muerte en el Nilo (1978)

Placentera adaptación del libro homónimo, con Peter Ustinov poniéndose el traje de Hércules Poirot en este relato que lleva al famoso detective a tierras egipcias. En el film de John Guillermin aparecen nombres como Bette Davis, David Niven, Jane Birkin, Angela Lansbury y Mia Farrow, todos ellos desplegando carisma y solidez actoral. Y también un suspenso cimentado no solo en el crimen que se investiga, sino también en las tensiones y enfrentamientos que hay entre los diversos personajes.

El diablo bajo el sol (1982)

Ustinov repite su papel como Poirot, esta vez bajo la dirección de Guy Hamilton, quien ya había adaptado a Christie en "El espejo roto" de 1980. Esta película está basada en la novela "Maldad bajo el sol" y repite el esquema a esa altura habitual en las adaptaciones de la autora. Es decir, una trama de suspenso muy calibrada, un elenco potente (James Mason, Jane Birkin, Diana Rigg, Maggie Smith) y una puesta en escena sumamente ajustada. Los resultados son también sólidos y el entretenimiento está garantizado.

Asesinato en el Orient Express (2017)

Branagh, actor y director que ha estado históricamente asociado con el mundo de Shakespeare, buscó trasladar parte de esa veta trágica que ha caracterizado al emblemático autor teatral al universo de Christie. A eso le sumó el ponerse en el papel de Poirot, quien es tan observador como protagonista del caso que le toca resolver. Ese experimento, aunque desparejo, es también más que interesante, ya que la intriga deriva en una resolución con un fuerte componente dramático. El film, que fue un pequeño éxito en el momento de su estreno, es coprotagonizado por Johnny Depp, Penélope Cruz, Michelle Pfeiffer, Judi Dench y Daisy Ridley, entre otros.