Territorio Híbrido es la primera muestra individual del artista y diseñador argentino Cristián Mohaded en el Museo Nacional de Arte Decorativo, que llegó para transformar uno de los espacios más icónicos de la ciudad y que se propone reivindicar la artesanía, el diseño, la industria y las tradiciones nacionales. Un proyecto colectivo e impactante, que cuenta con colaboraciones de colegas de todas partes del mundo y que abraza el enorme talento de nuestro país.

Hasta el 6 de marzo, el MNAD estará completamente intervenido por Territorio Híbrido, la exhibición de Cristián Mohaded, artista y diseñador egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, que vive y trabaja entre Argentina y Europa, y que cuenta con la curaduría de Wustavo Quiroga, diseñador industrial, gestor cultural, consultor institucional e investigador de diseño.

A lo largo de su carrera, Cristián ha creado una obra híbrida en la que conviven armoniosamente la artesanía, la industria, la tradición y la innovación. Su trabajo se caracteriza por un profundo respeto por los materiales, una estética sofisticada y objetos de alta calidad. Cristián también trabaja a nivel internacional como diseñador independiente en los campos de mobiliario, iluminación, productos e instalación artística. Ha ganado varios premios de diseño y menciones especiales, y ha participado en numerosas ferias y exposiciones nacionales e internacionales. Territorio Híbrido presenta más de 20 piezas de autor producidas especialmente, que como bien explican desde el museo, "se caracterizan por la combinación de técnicas expertas, materias primas y la fusión de aspectos históricos y contemporáneos del diseño". La idea de identidad se encuentra entrelazada a los conceptos de fusión y mixtura a lo largo de todo el recorrido de la muestra. En este sentido, la estrategia curatorial tiende un puente con una idea pionera de Ignacio Pirovano, quien fuera el primer director del museo y que buscó trazar un estilo argentino basado en las cualidades distintivas de las regiones del país.

Durante los 20 meses que transcurrieron desde los inicios hasta la concreción de la muestra, Mohaded realizó un comprometido recorrido por más de 32.000 kilómetros, atravesando las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy. En su trayecto, seleccionó diversas técnicas y materiales para sus piezas, como el tejido artesanal en telar criollo, la soguería en el trabajo del cuero crudo de vaca y costuras en finos tientos de cuero de potro, trabajo de carpintería especializada con maderas nativas, como el cedro moro misionero o el cardón de cactus caído, minerales como la mica, el granito boreal y el ónix blanco. Todo lo recolectado fue configurado en diseños únicos que manifiestan el deseo del artista de visibilizar el trabajo de miles de artesanos y la capacidad productiva de los distintos territorios argentinos.

A lo largo de la planta baja del Palacio Errázuriz, la exhibición se encuentra dividida en módulos temáticos. Al ingresar al Gran Hall del Museo, Cristián nos envuelve en un Campo de Torres, una instalación de columnas monumentales que nos remiten al paisaje de su provincia natal: la cordillera catamarqueña. Las Torres bien podrían representar la flora de la montaña, los enormes cardones del norte argentino, o por qué no, tótems religiosos, que transmiten una paz y un equilibrio que sólo puede compararse con la monumentalidad que emanan las montañas. A través de estas torres tejidas en cestería, el diseñador plantea una experiencia que invade los sentidos y nos permite sumergirnos en la atmósfera de los valles y montes del norte argentino.

En el Salón Comedor se presenta una colección de piezas de diseño Especies Híbridas, en la cual la decoración es reinterpretada a partir de una selección de muebles, objetos, textiles y luminarias que podríamos referenciar en estilos art deco criollo y brutalismo natural. Para esta parte de la muestra el artista y ceramista argentino Santiago Lena fue invitado a realizar un conjunto de piezas en colaboración con Mohaded.

Al llegar al exterior del museo, nos encontramos con el jardín intervenido por una instalación modular de bancos que componen el Jardín de Estrellas. Estos elementos, basados en los prismas triangulares que establece Jean Michel Frank en su mesa Surprise, están dispuestos en el terreno como homenaje al italiano Francisco Salamone que pobló los campos de la provincia de Buenos Aires de construcciones art decó en los años 30.

La exhibición se completa con El Encuentro, una colección colaborativa de platería criolla junto a un grupo de reconocidos diseñadores y artistas nacionales e internacionales, entre los que se encuentran los hermanos Fernando y Humberto Campana de Brasil, Roberto Sironi de Italia, y los argentinos Pablo Reinoso —residente en París—, y Celina Saubidet y Maria Molinelli, creadoras de Cabinet Óseo, quienes crearon un objeto de referencia sudamericana como el mate, por medio de sus improntas y lenguajes personales.

Mohaded nos sorprende y permite conectarnos con el enorme talento y las propuestas heterogéneas de nuestro territorio, que muchas veces desconocemos. Nos invita a pensar un lenguaje de diseño nacional, con el afán festejar la diversidad cultural, así como también propone un pensamiento internacional, configurando una imagen comprensible de lo argentino desde una visión latinoamericana, capaz de insertarse en un mercado global.