Aprovechamos que el viernes Los Olimareños festejan sus 50 años con un concierto para repasar las razones por las cuales si no tenés tu entrada, tendrías que salir corriendo a conseguir una.

Los Olimareños es el dúo folklórico más significativo de la historia de Uruguay y uno de los más importantes de Latinoamérica. Una extensa trayectoria de cincuenta años con innumerables conciertos y anécdotas convierten a Pepe Guerra y Braulio López en un símbolo cultural rioplatense.

Trayectoria imborrable

Si bien la gira que trae a Los Olimareños está enmarcada en el festejo de los 50 años de historia, las primeras tocatas juntos de Guerra (75 años) y López (72) datan de 1962. Su carrera fue interrumpida por la dictadura militar uruguaya, en 1972. Tuvieron que marcharse tristemente de Sudamérica, pero en Europa no tardaron en hacerse conocidos.

En 1984 volvieron a Uruguay y convocaron a más de 50.000 personas en el mítico estadio Centenario. Ese recital quedará grabado en la memoria de los presentes como uno de los más emocionantes de la historia charrúa y como un símbolo de la democracia del continente.

Grabaron 44 discos, obtuvieron discos de oro y platino por sus ventas, y tocaron en los escenarios más importantes del mundo. En 1990, decidieron separarse, pero volvieron en ocasiones especiales: para los festejos de los bicentenarios de la Argentina y Uruguay y para la re asunción de José Mujica.

Los Olimareños de ayer.

Del campo a la ciudad y de la ciudad al campo

En sus primeros años, el dúo se caracterizaba por una versatilidad en ritmos argentinos tales como zambas, carnavalitos y chacareras. Mayormente sus interpretaciones se basaron en la obra de Rubén Lena y Víctor Lima, con Pepe en la guitarra y Braulio en el bombo legüero. Esta primera etapa transcurrió en el pueblo de Treinta y Tres, a orillas del río Olimar.

El traspaso a la ciudad se dio progresivamente y Montevideo fue el destino: Las murgas y los candombes de los tablaos fueron el lugar icónico de acogida. Allí Braulio se pasó a la guitarra y el dúo fue mutando en su género. Ritmos que no eran considerados folklóricos se fueron haciendo presentes en las canciones y así la murga el tango y el candombe se fundieron con los clásicos ritmos del campo.

Fueron los primeros en grabar candombe en guitarra, forma que perfeccionaron. Lo hicieron por primera vez en la canción "Candombe Mulato", de Víctor Lima, incluida en el LP Nuestra razón (1969). Ese mismo año sacan el disco Cielito del 69 y con las canciones “Al Paco Bilbao”y “A mi gente” fueron también los primeros en incluir una batería de murga en la música de Uruguay fuera del carnaval.

Lo político ante todo

Sobre todas sus características, sobresale la de proclamarse como cantores del pueblo: "Nosotros nunca hicimos una canción pensando en lo político; aunque somos seres políticos, como todo el mundo. Lo que sí, siempre pensamos en una canción que mostrara las injusticias de la sociedad. Desde los comienzos apuntamos a eso: a dejarnos de tantas canciones de amor”, declaró Braulio hace unas semanas para Montevideo Portal.

La noche del viernes 12 en el Ópera será imperdible por donde se la mire: promete confirmar todos estos atributos del dúo, además de potenciar la melancolía y la memoria de una herida que atraviesa a toda Latinoamérica.