
El mito urbano decía que Libertad Lamarque le había pegado una cachetada a Eva Duarte (años antes de que se convirtiera en Evita Perón) en el set de "La cabalgata del circo" de 1945, frente a la mirada de su coestrella Hugo del Carril y el director Mario Soffici entre muchos otros. Sin embargo, en su autobiografía, Lamarque aclara que eso nunca sucedió. Más allá de los pormenores reales de la historia entre la actriz del momento y la entonces aspirante, "La cachetada" de Micaela Agostini se agarra del relato para crear una novela que tiene todos los ingredientes para ser devorada: historia, amor, drama, enemistad, relatos ficcionados, acontecimientos y personajes reales en su facetas más desconocidas y privadas.
La inspiración llegó de una manera bastante peculiar, cuando Micaela estaba viendo una serie llamada "Feud", que narra la rivalidad entre Joan Crawford y Bette Davis durante el rodaje de "¿Qué fue lo de Baby Jane?" de 1962. "Siempre me interesó el mundo de las actrices y las mujeres de carácter fuerte, por lo que empecé a pensar si algo así había sucedido en Argentina. Lo primero que surgió en mi búsqueda fueron las peleas triviales entre vedettes hasta que di con la historia de Libertad y Eva a través de un breve artículo". Con un puntapié para iniciar su investigación, Agostini se encontró con mucha información acerca de la era dorada del cine y la radio o, como le gusta decir, "La Belle Époque" nacional.

Con la disputa como excusa, se sumergió en el universo del espectáculo, la política y la sociedad del momento, cruzando datos y recolectando información de manera muy precisa, ya que no solo los personajes sino los momentos narrados, anécdotas e incluso telegramas y cartas que transcribe son ciertos. "En la pared del lugar donde trabajo armé una especie de telaraña de fechas y momentos como en las series de casos sin resolver con todo lo que iba apareciendo. En el caso de Eva, al ser un personaje tan conocido, fue fácil encontrar información documentada. Sin embargo, con Libertad tuve algunas dificultades. Durante dos años me dediqué a leer sin parar, no solo acerca de sus vidas, sino todo lo que sucedió a nivel histórico, que fue mucho" aclara. Por eso, entre los capítulos del libro aparece el terremoto de San Juan, el plan de los militares, con el teniente coronel Aníbal Imbert, Director General de Radiofonía, a la cabeza, de "purificar" la lengua castellana, prohibiendo tangos y sometiendo a los medios a un riguroso plan de censura, ganándose el desprecio de Lamarque y otros artistas, así como el rápido ascenso de Perón a la presidencia y la relación con Eva.
La narración oscila entre el presente de los personajes y su pasado, donde Micaela nos sitúa en la infancia de Duarte en Junín, ya en vínculo con Óscar Lorenzo Nicolini, que la ayudó en los inicios y posteriormente es designado director de Correos y Comunicaciones, además de su mano derecha. Un personaje fundamental, que genera complicidad e incomodidad en igual medida. También en esas idas y vueltas espacio-temporales conocemos los primeros pasos de Libertad, en el mundo del espectáculo a una edad muy temprana o cuando decide secuestrar a su hija en Uruguay y traerla a Buenos Aires en un acto de valentía por recuperarla, a pesar de no contar con su tenencia.
Esas acciones no solo demuestran el poder que tenía la actriz, sino también el lugar que ocupaban las mujeres en la sociedad del momento, privadas de muchos derechos. Lo mismo se percibe en los párrafos dedicados a Eva, cuando, recién llegada a la gran ciudad, mueve hilos y se hace de contactos poderosos para lograr sus objetivos. "Quise concentrarme más en la etapa previa de la Eva política y mostrar a la actriz soñadora, que sale de Junín con el anhelo de hacer su sueño realidad y poder convertirse en actriz", explica Micaela, algo que finalmente no sucederá.

Una de las cualidades del libro es que, los hechos verídicos y aquellos ficcionados por la autora con el propósito de crear una historia atractiva, están tan entrelazados, que uno no puede dejar de hacerse preguntas, rastrear datos e incluso cuestionar qué tanto sabe acerca de la historia de nuestro país. "Si bien la novela está muy bien documentada y respaldada, con un elenco de personajes reales y un aspecto fundamental que son los tres encuentros entre Eva y Libertad --en la recaudación de fondos para los damnificados del terremoto de San Juan, durante la filmación y cuando Libertad vuelve de su gira latinoamericana y va a ver a Eva a la Fundación-- por cuestiones de dramaturgia inventé la famosa carta que Duarte le envía a Lamarque en relación a su última película y único protagónico, "La pródiga", y lo que sucede en torno a ella, porque mi intención nunca fue la de escribir un libro histórico sino una ficción que une a dos grandes mujeres en momento increíble de la Argentina" explica Micaela.
Atrapante y astuta, "La cachetada" se mueve entre la realidad y la ficción, dejando misterio entre las líneas del libro y las líneas de la historia, como dice Micaela, una encrucijada donde se esconde la magia que nos obliga a transformarnos en lectores activos y curiosos.