
Hablamos con el terapeuta y traductor Alejandro Marshall, cuya vasta trayectoria entre símbolos, sueños y arquetipos lo ha llevado a convertirse en un referente en la transmisión del linaje junguiano. En su reciente trabajo editorial nos sumerge en las obras de Marie-Louise von Franz, publicadas por El Hilo de Ariadna, y exploramos cómo los cuentos de hadas, la imaginación activa y la alquimia interior siguen ardiendo como brasas vivas en nuestro tiempo.
¿Qué te revela el acto de traducir la obra de von Franz que no se capta en una lectura común? ¿Qué zonas de su pensamiento cobran nuevas texturas al pasarlas al castellano?
Traducir implica meterse en la mente del autor. Disfruté mucho este trabajo, porque pude hacerlo sin el apuro de producir algo rápido. Y eso fue clave porque al adentrarte en su pensamiento, te das cuenta de lo clara que es para expresar conceptos que no son fáciles: la dimensión espiritual del ser humano y la realidad psíquica. Todo eso lo aborda con un conocimiento histórico enorme, pero lo transmite con una simpleza que asombra. Lo que tal vez a Jung le llevó varios libros explicar, ella lo sintetiza con firmeza y contundencia, sin rodeos. Y eso es un alivio ya que te allana el camino hacia cuestiones muy profundas. Al leerla ya me impactaba, pero al traducirla, buscando cómo decir en español eso que ella expresó tan limpiamente en inglés, la admiración creció.
¿Cuál fue tu primer encuentro con su obra?
El hombre y sus símbolos, donde ella escribe un capítulo. Ya ahí me impactó. Después fui directo a uno de sus libros de cuentos de hadas. Imaginación activa alquímica fue de los primeros que leí. Me fascinó, me voló la cabeza.
¿Tuvo alguna resonancia en tu propia travesía analítica?
Absolutamente. Cuando leés El Puer Aeternus, salís con un ojo morado. Te pega en el ángulo, porque trata algo muy actual: la adolescencia extendida y es imposible no sentirse identificado. Como hombre en esta cultura y en este cuerpo, esa actitud "pueril" está muy propiciada; vivimos en un adolescentrismo permanente. También sus textos sobre cuentos de hadas me marcaron porque no sólo expone teoría, sino que la baja a tierra con ejemplos personales. Esa generosidad —ponerse ella misma como caso— fue muy inspirador. Ese gesto la hace humana, no “sabia” inalcanzable, me ayudó mucho en mi propio proceso.
¿Hay algún texto suyo que consideres urgente para quienes se acercan al pensamiento simbólico?
Su capítulo en El hombre y sus símbolos es una gran puerta de entrada: claro, directo, introductorio. Y para esta época, definitivamente El Puer Aeternus.
¿Te costó traducir conceptos como "imaginación simbólica", "función trascendente" o "símbolo" tan cargados de sentido hermético?
No, porque estoy muy en tema. Estudio a Jung desde los 18 años, doy cursos y formo parte de un equipo terapéutico que se mueve con este lenguaje. Además, muchos de esos conceptos ya tienen traducciones consolidadas dentro de la obra junguiana. En el caso del libro Animus y Anima de Emma Jung, empecé a traducirlo desde una edición en inglés que tenía en mi biblioteca, por recomendación de Roberto Torres, mi coordinador de equipo. Cuando me puse en contacto con los herederos de Jung, me dijeron que les interesaba contar con una versión en castellano. Así fue como llegué a Soledad Costantini, directora de El Hilo de Ariadna, quien se entusiasmó con la idea, pero me indicó que, para poder publicarlo, debía traducirse desde el alemán original. Por eso quedé como editor del proyecto, no como traductor.
¿Creés que el papel de una editorial como El Hilo de Ariadna hoy es un acto de resistencia cultural?
Sin dudas. Hoy se ha puesto de moda lo "espiritual" y todos hablan de astrología, de alquimia, pero muchas veces de forma superficial. Lo que hace El Hilo de Ariadna es ir a las fuentes y respetarlas. Publican textos escritos por autores fieles a esas fuentes, por lo que si me parece una forma de resistencia que sostiene un conocimiento profundo y real, frente al maremoto de lo liviano y lo "New Age" de pacotilla.
La conversación con Alejandro continuó entre símbolos y anécdotas, extendiéndose hacia su trabajo terapéutico en las sierras cordobesas, sus inicios en la clínica junguiana y una serie de iluminaciones sobre la vida de Jung y la función de los arquetipos en la vida cotidiana. Pero el foco de este encuentro fue subrayar la importancia de los libros que recientemente ha traducido o editado: Animus y Anima de Emma Jung (2022), La vía femenina de lo Sagrado de Helen Luke (2023) y dos joyas recién publicadas de Marie-Louise von Franz: Imaginación activa alquímica y Lo Femenino en los cuentos de hadas (2024).
Los invitamos a explorar no solo estos libros, sino también el curso que dio en el MALBA, disponible en la plataforma MalbaPlus y a seguir de cerca el catálogo completo de El Hilo de Ariadna, que deleita con su cuidada y erudita selección de títulos en la línea de los estudios simbólicos, el esoterismo, las espiritualidades comparadas, la historia de las religiones y la filosofía hermética.

