El dúo indie presenta Del otro lado, su sexto disco, un EP con tres canciones lanzado en abril. Fernando Bellver le contó a Zibilia cómo fue grabarlo con Mariano Di Cesare de Mi Amigo Invencible, como productor, entre otros temas.

El 5 de abril de este año el dúo pop Hamacas al Río estrenó su sexto trabajo de estudio, Del otro lado, un EP que a lo largo de tres temas, bajo la producción de Mariano Di Cesare (Mi Amigo Invencible, El Príncipe Idiota, entre otros), busca combinar frescas melodías en formato canción con instrumentos de cámara y una atmósfera suave y distendida.

Laura Ciuffo y Fernando Bellver dieron inicio a Hamacas al Río hace más de 15 años, allá por 2002, con su primer trabajo de estudio apenas dos años después de su formación, un disco homónimo con diez temas en su haber. Con el tiempo, el conjunto gozó de un crecimiento notable marcado en hitos como los sucesivos trabajos que lanzaron.

Además del debut de 2004, Mitad de junio de 2006, Un pequeño relato de 2008; Al final, el parque de 2010 y Fresco de 2016, en los que aparecen figuras como Tweety González en la producción y Liniers como artista de una de sus tapas, y escenarios como el Personal Fest, el Centro Cultural Kirchner y La Trastienda. Además, participaron de diversos compilados producidos tanto dentro como fuera del país y formaron parte del soundtrack del film Los paranoicos (Gabriel Medina, 2008), distribuido en Estados Unidos durante 2009 por Adam Yauch (también conocido como MCA, del conjunto de hip hop norteamericano Beastie Boys).

En los casi 12 minutos que dura su más reciente lanzamiento, Hamacas al Río sigue incursionando en los sonidos que viene trabajando a lo largo de tantos años de carrera, sumando también las nuevas experiencias personales de cada uno de los miembros (por ejemplo, ambos fueron padres recientemente) y abriendo su juego a los nuevos sonidos de la mano de uno de los referentes del indie contemporáneo como lo es Mariano Di Cesare.

A modo de ejemplo, podría tomarse “Ahh!”, track que finaliza este trabajo. Montado sobre una base de guitarra acústica y una batería sobria y firme, aparece la aguda voz de la cantante, que a lo largo de los cuatro minutos de canción juega entre varias melodías con reminiscencia beatle. Algo similar ocurre en “Cuarto Solo”, donde predominan los mismos elementos con el plus del trabajo en capa de las voces que le otorgan a la canción una cuota de emotividad. “La torre más alta”, por su parte, es quizás el tema más oscuro de los tres, donde bien conviven las cuerdas con un seguimiento firme de la batería y una guitarra casi en loop que sabe tomarse los tiempos necesarios para contrastar entre las distintas partes.

De cara a la presentación el 5 de mayo en Roseti, hablamos con Fernando Bellver para conocer en profundidad el momento de la banda.

Del otro lado es su sexto trabajo de estudio, ¿notan una evolución en su sonido, después de tanto tiempo juntos?

Mirando en retrospectiva, desde que comenzamos, pasaron 15 años y claramente nuestro sonido ha cambiado: nosotros hemos cambiado, las circunstancias en las que fuimos grabando fueron cambiando, los músicos que nos acompañaron variaron, las tecnologías que usamos cambiaron y los modos y estrategias de composición también. 

Nosotros, después de tanto tiempo, ya somos un poco otros, aunque algo de nuestro estilo se mantiene a lo largo de las variaciones, como un germen que explora sus diferentes posibilidades de desarrollo; muta, pero en esencia algo mantiene. 

¿Qué fue lo que más les atrajo a la hora de componer su último lanzamiento? ¿Cómo sienten que repercutió en el disco?

En principio no teníamos una idea preconcebida de cómo queríamos que sonara. Arrastrábamos un poco el espíritu de Fresco, el EP que sacamos en el 2016, que era hacer canciones guitarreras sencillas. Creo que solamente “Cuarto solo” terminó reflejando esa intención original; las otras canciones sufrieron transformaciones al laburar con Mariano como productor artístico.

¿Cómo fue trabajar con Mariano Di Cesare? ¿Qué le aportó al disco, más allá de su sonido característico?

La experiencia fue genial. Fue una experiencia familiar: él venía los lunes con su hijo a casa y escuchábamos lo trabajado la semana anterior. En estas escuchas hacíamos correcciones y agregábamos nuevos sonidos y texturas. Mariano tiene un estilo muy propio y eso se nota en las melodías de voces y guitarras que grabó en el disco. Sumó nuevos colores, silencios y desafió las posibilidades de estructura de las canciones.

¿Qué puede esperar el público de cara a la presentación? ¿Seguirán tocándolo después en otros lugares?

La escucha en vivo de Del otro lado más un recorrido onírico a través de todos nuestros discos. Las presentaciones seguirán en diferentes salas del circuito.