Llegan grandes cambios para el Museo Nacional de Bellas Artes, que funciona en su sede de Av. Libertador 1473 desde la década de 1930, en un edificio adaptado por el arquitecto Alejandro Bustillo, que anteriormente funcionó como la Casa de bombas de agua de la ciudad.
Durante un siglo y medio de existencia, su colección no ha parado de crecer, con un patrimonio actual que se conforma de 13.000 obras. Sin embargo el 85% de las piezas permanecen almacenadas en los depósitos subterráneos, por falta de espacio. Es esta limitación edilicia la que motivó la idea de construir un nuevo lugar donde trasladar el acervo y exhibir obras que incluso el público argentino nunca han podido ver hasta el momento. Esta nueva sede estará ubicada en Tecnópolis, en un edificio de aproximadamente dos mil metros cuadrados y contará con estándares internacionales de conservación y exhibición, así laboratorios y talleres de restauración, que el público podrá ver en sus recorridos.
A su vez, mientras este proyecto se concreta, acaba de salir la licitación para construir un Paseo de Esculturas en el estacionamiento que se encuentra en el centro de la manzana, entre el museo y la Asociación Amigos, con obras icónicas que ya forman parte de la historia del arte argentina. Además, el espacio que se generará al vaciar los depósitos, permitirá modernizar el MNBA con nuevos ascensores, conexiones y puentes vidriados, en una remodelación que se estima llevará diez meses de duración.