Una de las principales responsables de que hoy haya tantas escritoras mujeres en Argentina se debe a la tarea realizada por Ángela Gorodischer, dueña de una extensa trayectoria en la literatura de fantasía y ciencia ficción, entre las que se destacan textos como Kalpa Imperial, Opus dos, La Noche Inocente, Fábula de la virgen y el bombero, Doquier, La cámara oscura, Palito de naranjo, entre otros.

Gorodischer, admiradora de escritoras como Virginia Woolf y Silvina y Victoria Ocampo, fue pionera de la ciencia ficción en Argentina. Comenzó a publicar en 1960 y en 1964, gracias a su cuento "En Verano, a la siesta y con Martina", ganó el III Concurso de Cuentos Policiales de la revista Vea y Lea, que tenía como jurado a Rodolfo Walsh.

En 2003, su novela de mayor éxito, una saga cuya primera parte fue publicada entre 1982 y 1984, fue traducida al inglés por Urusula K. Le Guin (1929-2018), una de las máximas figuras femeninas de la ciencia ficción a nivel global. En 2007 fue declarada ciudadana ilustre de Rosario, y en 2012, personalidad destacada de la cultura en Buenos Aires.

La escritora, que con total originalidad utilizó la distopía para retratar las desigualdades sociales, falleció a los 93 años en su casa de Rosario, ciudad que eligió para vivir la mayor parte de su vida y en donde escribió gran parte de su monumental obra.