Inaugurado en 1892, el Apolo es uno de los teatros más centenarios de la ciudad. La lista de autores, actores, directores, músicos y cantantes vinculados con el Apolo, es interminable: Los hermanos Podestá, Enrique Serrano, Olinda Bozán, los hermanos Ratti, Horacio Quiroga, Roberto Payró, Lola Membrives, Carlos Gardel, Enrique Santos Discépolo, Tita Merello, son solo algunos.
En 1958 el edificio original del Teatro Apolo cerró y dos años más tarde fue demolido, pero la movilización de quienes lucharon por su continuación logró que se dictase la Ley Nacional 14.800, que se establece que, en caso de demolición de salas teatrales, el propietario deberá construir en el nuevo edificio, un ambiente teatral de características similares a la sala demolida.
El Nuevo Teatro Apolo, se convierte en uno de los referentes de la renovación de la escena argentina.
En los años setenta, con apremios económicos, la compañía se ve obligada a venderlo. Convertido en el Cine-Teatro Lorange, pasa por varios dueños.
Pero en 2008, con el impulso y el apoyo de sus hijos, Isabel Majdalani, artista plástica y productora teatral, se convierte en la nueva dueña. El resurgimiento del teatro, rebautizado con su antiguo nombre, Apolo, pasa a ser un proyecto familiar.
Totalmente renovado el Teatro Apolo continúa su historia centenaria. Con un lugar de privilegio entre las salas de Buenos Aires, empieza su nueva etapa con todo, tal como corresponde a su historia.