Rufino de Elizalde 2821

Fue un escándalo. La decisión de Victoria Ocampo de construir una casa de inspiración racionalista en el afrancesado Barrio Parque ofendió a autoridades municipales y a vecinos. Que la propuesta no era arquitectura, apuntaba la Comisión de estética edilicia de la ciudad; que afearía el barrio, clamaban los vecinos; que la casa de “líneas puras y lógicas” (según publicó La Nación el 4 de agosto de 1929) no tenía nada que ver con la belleza del neoclásico francés que la rodearía, coincidían todos.

Gentileza Asociación Civil ARCA
“Temían que semejante adefesio les estropeara el naciente Palermo Chico. Yo estaba enamorada de la casa”, recordó Victoria años después. Por entonces, 1928, ninguna crítica hizo mella en su decisión; es más, Victoria aseguraba que las pirámides resultarían “un insignificante poroto” ante su deseo edilicio. Además, según decía, estaba acostumbrada a la oposición. “Usted debería saber cómo ha sido mi vida en este país, en medio de personas que nunca me han...

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