La actriz desmenuzó al humor en un vivo de Zibilia por Instagram. Además, reveló sus gustos actuales, dio tips para hacer reír y volvió una y otra vez a la impro, su pasión.

Los sábados improvisa con Improcrash por YouTube, los viernes se reúne con otros humoristas para hacer “Mate o Birra” por Instagram y además da clases de improvisación, ¡no para! Después de cuatro meses de cuarentena Pau Farías aprendió a decir que no, para dedicarse a sus proyectos y necesidades. 

El jueves 17 hizo un Vivo con Zibilia y habló sobre sus descubrimientos durante el aislamiento, la importancia del humor y dio tips para crear material que divierta. 

¿Descubriste algo que te divertía y no sabías?

Empecé a mirar videos de productividad, emprendedores, marketing online, y todo ese mundo me empezó a encantar. Todavía no lo aplico, porque no sé dónde aplicarlo, pero siento que esto vino para quedarse y ahora quiero hacer muchas más cosas online. 

¿Cómo fue la reconversión a esta nueva modalidad?

Estuvo bueno porque yo pensaba “cómo hago algo tan físico”, y fui adaptando los ejercicios. Ya había empezado a filmar un curso online de impro, que te lo bajás y entrenás en tu casa, y con eso tenía un back up. Me encontré con un mundo que fue increíble porque la gente se entrega más en su casa, por no tener la timidez de estar con alguien al lado. Con la cámara podés corregir cosas. 

  • Momentos del vivo de IG del jueves 17.

¿Le encontrás alguna contra?

Yo soy muy de mirar lo positivo, pero la contra es que no te podés ir a tomar una cervecita cuando terminas. A mí me gusta aprovechar los imprevistos para potenciarlos y crear cosas nuevas.

¿Cómo llegaste a la improvisación?

Hice teatro con grossos, arranqué a los 15. Y una vez mi hermano se había ido a Mar del Plata con los amigos y me dijo: “tenés que hacer improvisación, te cagas de risa”. Buscaba en el diario porque no había Internet, ni me acuerdo cómo se buscaban las cosas y pasé por el Centro Cultural Rojas que daban impro y me anoté sin haberlo visto nunca. 

¿Qué tiene la impro que la diferencia de la comedia más tradicional y guionada?

Que no sabés nunca lo que va a pasar, sobre todo si trabajás en grupo. Todo el tiempo te estás sorprendiendo, es hermoso. Yo voy relajadísima porque voy entregada, siento que con el grupo nunca puede fallar. El actor, no quiero generalizar, pero suele tener una cosa con su ego mucho más subrayada que alguien que trabaja en impro o stand up. Jerry Seinfeld tiene millones e igual buscan el error, una cosa más de niños. Si te parás desde el lugar del ego, no podés hacer reír. 

¿Cuáles son las claves de la improvisación?

Escucha, confianza y aceptación. Hay que escuchar lo que te proponen tus compañeros, el público, lo que pasa. Para proponer tengo que escuchar. La confianza en esa primera idea. Aceptación es decir que sí, que parece muy fácil pero uno no está acostumbrado. Hay que entrenar lo de ir siempre para adelante, porque uno siente que se va a quedar sin ideas si va para adelante.

¿Eso lo aplicás en tu vida?

Muchas veces buscás el problema, dejalo, va a venir. Lo importante es resolverlo cuando venga y definir. En la impro y en la vida uno esquiva, da la vuelta, pero la historia está en resolver y seguir. 

En uno de tus videos decías que lo más importante para hacer humor es que te divierta a vos…

No podés trabajar con algo que no te divierte a vos, porque el público se va a dar cuenta. Hay un 90% de probabilidades de que el otro se divierta cuando te divertís. 

¿Sobre qué te divierte crear?

Hacía mucho material sobre maternidad en stand up y ahora me aburrí un poco. Quizás porque estoy saturada de los niños en casa, no quiero hablar más de ellos (se ríe). El humor es una forma de tratar el trauma, sublimar lo que te pasa. 

¿Cuáles son las categorías que más piden en impro?

Cámara lenta, a mí me encanta y los chicos nunca lo quieren hacer. También me encanta Shakespeare, cuanto más serio es el estilo más lo podés bufonear. Me gustaría hacer teatro clásico improvisado.

¿Qué te divierte como consumidora?

Ahora Jerry Seinfeld, a Jim Carrey lo amo mucho. Ese tipo de humor me gusta a mí, que uno dice “qué boludo”. También me gustaban Les Luthiers, Monty Python, me gusta consumir humor. 

¿Y si tuvieras que recomendar tres películas de comedia?

Todas las La pistola desnuda, Top secret, Loco por Mary y Quiero matar a mi jefe. Todas las de Jim Carrey.

  • Takeshi Kitano, el polifacético artista japonés.
  • Jim Carrey, el preferido por estos días.

¿Te gusta ver cosas que no sean de comedia?

Acción. Tarantino me encanta. Tuve una época muy de películas japonesas, que tienen una línea fina entre humor y acción violenta, como (Takeshi) Kitano.

¿Cómo descubriste que te gustaba hacer reír?

No sé si me di cuenta, pero me gustaba construir historias en la impro. Ahí descubrí el humor en mí, antes no me había dado cuenta. En la vida cotidiana soy más del humor ácido, no de ser payasa. 

¿Te sirve el humor en este contexto?

Sí, porque para no deprimirme hago chistes. El humor te sirve para no pasarla mal todo el día, es una forma muy importante de vivir la vida de forma positiva. 

¿Hay tips para hacer reír?

Hay que ser obvio, si querés forzar tu naturaleza y tratar de ser original la cagas. El humor tiene un tiempo, si no lo hiciste en el momento es tarde. El humor está en lo cotidiano, en lo que nos pasa, en las cosas de las que queremos hablar.