“La idea es tocar los dos discos completos y adelantar los temas nuevos, queremos que sea un show puramente nuestro”, comenta Irina Tuma, guitarrista y cantante de Buenos Vampiros, banda que integra junto con Ignacio Perrotta (Guitarra, Voz), Candela Kucar Latú (Batería), Luana Giobellina (Bajo, Voz), que este viernes 31 se presentará en Uniclub, la mítica sala del Abasto.
La banda de Mar del Plata con influencias del post-punk, new-wave y dream pop, formada en 2018, publicó hasta la fecha dos álbumes de estudio, Paranormal (2019) y Destruya! (2022). Actualmente se encuentran adelantando lo que será su tercer disco, que ya cuenta con dos singles, “Puedo ver el mar en tus ojos”, en donde profundizan en el sonido identitario y a la vez transitan aún más esas capas de oscuridad ; y “No tengo idea”, una canción en que la intensidad y las melodías alegres se fusionan con una letra profundamente emotiva, mostrando las distintas facetas que tendrá su nuevo trabajo.
En el segundo single “No tengo idea”, se diferencian bastante de sus trabajos anteriores ¿Qué pueden adelantar de su próximo disco?
Irina: El próximo álbum tiene algo de la luz en la oscuridad y de la oscuridad en la luz. Una no es nada sin la otra. Este tercer trabajo es la convivencia de ambas cosas, hay temas más darks y otros más esperanzadores. Es una mezcla del primero y del segundo, con nosotros más crecidos y viendo las cosas de otro lado, con la convivencia de ambas cosas, de lo que te hace mal y lo que te hace bien.
Ignacio: La formación sigue siendo la misma, dos guitarras y un bajo, pero sin embargo siento que nos reinventamos. A “Destruya!” lo compusimos encerrados y en este álbum siento que salimos a la luz.
Luana: En el último tiempo aprendimos a generar nuevos climas, nuevos paisajes y a construir otro tipo de canción, tal vez no tan redonda.
¿Cómo ven la escena actual del under de la que forman parte junto con bandas como Winona Riders, Mujer Cebra, Sakatumba, El Club Audiovisual, entre otras?
Ignacio: Cada uno tiene su esencia, nos llevamos todos bien. Todos tenemos algo para decir, eso es principalmente lo que nos une.
Irina: Cada banda tiene sonido propio y eso hace que sea una escena que está muy buena. Tenemos muchas opciones, hay opciones poperas, más setentas, más ochentas. Se armó algo muy bueno.
Luana: Hay mucho respeto entre nosotros. Si tocás con una banda te quedás a verla o escucharla o a ver si necesitan algo. Entendemos que todos estamos en la misma.
Cada vez empieza a haber más gente en sus shows, desde el año pasado empezaron a generar cada vez más ruido en la escena, no sólo tocaron con los principales escenarios, también empezaron a sonar por ejemplo en programas súper populares como Hay Algo Ahí de Tomás Rebord. ¿Cómo conviven con este tipo de cosas que empiezan a pasar?
Ignacio: Nosotros disfrutamos a full todo lo que está pasando. Es un lindo gesto que pasen nuestras canciones y se difunda nuestra música.
Irina: Fue muy loco cuando sonamos en Hay Algo Ahí. Nos empezaron a seguir varias personas. Todo medio de difusión sirve, sobre todo para llegar a otro público. También nos pasó algo así de raro cuando vino The Drums. El baterista salió a tocar con una remera nuestra.
En “Fuck you! El último show” documental de Sumo que se estrenó este año en el BAFICI, Roberto Pettinato dice que el under no tiene que ver con la masividad. ¿Qué opinan?
Irina: Coincido. Es un tema de actitud más que nada. Podés tocar en obras o en un lugar para treinta personas y seguís siendo under igual. El día que tocamos en Groove algunos caímos en Didi moto.
Ignacio: Tiene que ver con la manera de ser, cómo se lleva uno con los demás colegas. Seguir yendo a ver a las bandas amigas, no olvidarse que nosotros primero somos público. Eso tiene mucho de under.
¿Volvió a estar de moda el terror en la música?
Irina: Siento que ahora se está dando un revival de todas estas cosas, Mariana Enriquez, Dillom, etcétera. El terror viene de la realidad y estamos viviendo una peli en el último tiempo, sobre todo con lo que pasó en la pandemia. Igual no siempre la oscuridad es mala, hay oscuridad brillante que está muy buena.
Luana: El contexto ayuda un poco a eso. Le empezás a prestar atención a las cosas feas y eso se nota, pesa a la hora de crear.
¿Dónde encuentran la belleza en la oscuridad?
Irina: Hay muchas bandas que escucho que me alimentan esa oscuridad que todos tenemos y es muy linda, por ejemplo Joy Division. Todos estos sonidos oscuros o hablar de lo que a alguien le da miedo o le hace mal. Son estas cosas que te liberan cuando las enfrentás.
Luana: Cuando hacés una canción triste, creo yo que la gente que la escucha se siente mucho más identificada con algo feo que con algo bonito, toca las fibras profundas y lo re notamos.
Ignacio: También tiene que ver con una expresión sincera. “Me siento como el orto pero igual voy a hacer una canción para sentirme bien, y que si el día de mañana la escucha una persona que se siente como el orto termine sintiéndose bien como vos al momento de escribirla”. Para nosotros es muy importante transformar todo lo feo en algo hermoso, ya sea en una canción, en un video o en un show.
¿Cómo les llegó el postpunk?
Ignacio: Habitando zapadas con gente mayor fui encontrando bandas como Sobrecarga, Joy Division, Los Pillos. Gente que más que nada vivió esa época. También tenemos influencia del tango, a mí particularmente me salen fraseos, hay canciones nuestras que sin la instrumentación podrían ser tranquilamente tangos.
Irina: También escuchamos mucha música surgida después de los 2000, como DIIV, The Drums, bandas nostálgicas pero más actuales.
Luana: Inconscientemente están ahí siempre, uno se pone a tocar y salen esas influencias oscuras. Te das cuenta después que lo hacés, no es que lo estás buscando todo el tiempo.