Desde su ENTORNO, la música de Horacio Banegas extiende un arte contingente porque nunca se piensa solo, sino involucrado. La inmediación es el otro, el cercano, su PROXIMIDAD. La necesaria diferencia para “ser” en la pluralidad y en su URGENCIA, la voz que canta porque si, porque le viene de adentro. La emoción que surge así, a flor de piel. En la Inmediación y el MESTIZAJE, es el medio que media. Su música es un lugar de quiebre, de articulación; de plegado.
La identidad, es el punto de partida desde donde se mueve siguiendo una dirección determinada como filosofía de vida; el arte.
Su presente sonoro es eléctrico, actual, potente que desde sus raíces, traspasa generaciones con colores y armonías que se desplazan permanentemente.
Los principios de su música, son un tratado de la identidad y un movimiento en circularidad, de su espíritu y esencia.