Investigamos procedimientos de movimiento: creamos capacidades que rehagan nuestros cuerpos; cruzamos umbrales de intensidades; concatenamos fuerzas que actúan sobre y entre los cuerpos; reinventamos la trama de la danza colectiva, discutimos con la política oficial del goce que nos dice dónde estamos habilitados a bailar y dónde no. La fiesta es, también, una lucha política. El baile, una forma de disidencia. No podemos conceder a los políticos del orden que definan cómo gozan y desean nuestros cuerpos. Como decía nuestra traviarca, Lohana Berkins: “No queremos que el Estado legisle sobre nuestros deseos”.

Con estas palabras se convocó por primera vez a “Entrenar La Fiesta”, seminario-happening-fiesta; ciclo de encuentros abiertos coordinados por la Organización Grupal de Investigaciones Escénicas (ORGIE), llevado a cabo hasta ahora en nueve oportunidades entre los años 2017-2018, con distintxs Djs invitados.

¿Qué es una fiesta?, ¿qué relación hay o puede haber entre la música -y el conjunto de afecciones materiales que nos rodean- y nuestros modos de bailar, de moverse, de expresarse festivamente? ¿Se puede bailar de día, sin drogas, sin coreografías, sin celulares, sin charla social? ¿Para qué se baila?, ¿qué pasa con el tiempo, con el ritmo, qué ritmos?, ¿qué se goza al bailar? Algunas de estas preguntas-disparadores aparecen como destellos en los diálogos grupales que siguen a cada práctica de baile. Un pensamiento colectivo y en construcción, que se continúa y se responde en cada sesión; animándose, cada vez un poquito más, a ahondar en hipótesis sobre estas preguntas, sobre nuestra práctica, nuestras fiestas. Preguntas que brotan de la misma experiencia, de esos cuerpos cansados, exhaustos, pero embriagados.

Última fecha

vie

28

junio / 2019

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