El Centro Cultural Borges presenta Weegee: La cámara del crimen

Weegee es el arquetipo de reportero gráfico a la caza de una imagen sensacionalista. Las imágenes de escenas de crímenes, las víctimas de un ajuste de cuentas en el interior de los coches, las playas urbanas superpobladas y las escenas grotescas, resultan aún hoy día impactantes. Fue un maestro de la noche, en la que realizaba la mayoría de sus trabajos, donde también la crítica irónica tenía un espacio en sus composiciones. Su seudónimo era una interpretación fonética de Ouija, debido a su llegada a las escenas tan sólo minutos después de haberse producido los hechos, antes incluso que las autoridades. La noche fue su medio ideal, donde retrato a todo tipo de personajes y situaciones (cabarets, mafiosos, borrachos, y asesinatos), de la época de a Gran Depresión.

Para fotografiar empleó la Speed Graphic 4 x 5, una de las primeras cámaras con la capacidad de incorporar flash que disparaba a 1/200 de segundo. También utilizo la película infrarroja. Su trabajo fue reconocido, en parte, en su época y se incluyó en 1943 en una muestra en el Metropolitan, y años después junto a otros compañeros de Photo League formó parte de la emblemática The family of man en 1951.

Colaboró con revistas publicitarias y revistas de moda. Reunió gran parte de su trabajo en el libro La ciudad desnuda Naked City en 1945. Que sirvió como inspiración a la película del mismo nombre en 1948, dirigida por Jules Dassin. Weegee también realizó cortometrajes en 16 mm en el año 1941 y trabajó en Hollywood como actor y asesor desde 1946 hasta los primeros años de la década de los sesenta. Y fue corresponsal del Daily Mirror en Europa en 1958. Un intrépido fotógrafo que se atrevió a desnudar de noche la ciudad de Nueva York. Recorrió sus calles… sus barrios, en busca de un acontecimiento que revelase la cara oculta de la ciudad.

Fue el único fotógrafo en el New York de los años 30 y 40 del pasado siglo al que fue otorgado el privilegio, en 1938, de tener una radio instalada en su automóvil, un Chevrolet, para recibir las transmisiones de policía y bomberos. Hacía sus fotos pensando en la noticia. Le interesaba el contraste en blanco y negro porque sabía que era para la prensa. Le preocupaba el efecto que esta tenía en el lector. Se puede decir, que fue el fotógrafo que convirtió el asesinato en un espectáculo.

Weegee viene a romper con la ciudad de Nueva York como una ciudad fantasma de una belleza geométrica y despojada, introduciendo en ella, a la gente perteneciente a diferentes minorías ocultas al ojo público. Su preocupación es hacer visible esa cara oculta de la realidad integrándose con su cámara allí donde nadie se había animado a entrar. Encarnando una nueva y reconocida sensibilidad, que es la sensibilidad de la actualidad y la instantaneidad de los medios de comunicación, que supo comunicar con inteligencia y nueva mirada estética.

Quiénes

Curador: Blanca María Monzón //

Última fecha

dom

1

diciembre / 2019

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