Una combinatoria dinámica de conformaciones geométricas, elaboradas con papel como materia prima, se extiende en el muro, estableciéndose relaciones modulares y complementarias entre las diferentes unidades que componen la pieza. En la constitución física de cada una de estas partes son claves el pliegue, el doblez y la superposición de planos, y todo el conjunto es un ensayo de variaciones de simetrías - asimetrías, texturas, escalas, proporciones y relieves.


Las estructuras son tributarias de la geometría, con elementos propios de la disciplina - rectas, ángulos, puntos, líneas, figuras – pero también aluden a la organicidad ornamental de la naturaleza. El doblez funciona como una herramienta formal y al mismo tiempo conceptual y filosófica, en cuanto a poner en escena las propiedades físicas y visuales del pliegue y el corte, a partir de un trabajo de superposición y yuxtaposición en pasos y capas, que en la práctica implica una hipótesis constructiva de infinitos diseños. Todo apunta a establecer además, una fuerte resonancia y una relación de ida y vuelta con el espacio arquitectónico en el que se inscribe la instalación.

Última fecha

dom

9

junio / 2013

También te puede interesar