A un año de la obtención de Richard Sturgeon del Gran Premio de Honor del Salón Nacional 103° Edición 2014, y la edición de su primer libro, se presenta la muestra “Takooma”. En el texto curatorial, María Paula Zacharías escribe: "Sturgeon se aburre rápido de las cosas. El cambio es su forma de vivir. Y de pintar. “Mi obra es ecléctica. Sin estilo. No me interesa el estilo. Me parece deprimente”, desafía. Y así va de un exabrupto en otro. Sus cuadros pueden volverse tumultuosos, eróticos, agresivos, caóticos, dramáticos, sensuales, irónicos, rituales o humorísticos. De una paleta saturada vira a los pasteles brillantes que mezcla en latas de sardinas y asesta con pinceles chatos. Como un acróbata del color, va dando saltos mortales en el aire.

La figuración es un tema recurrente. Aparecen figuras y situaciones en espacios no estructurados, yuxtapuestos. La pintura de Sturgeon es, como él, gánica. Después de años torneando figuras humanas, hoy se siente más cómodo en la abstracción. Le da pereza la línea. No la necesita para su poesía cotidiana con el bastidor. Lo atrae la mancha, la impronta rápida, impulsiva, no razonada. Sin especulaciones, se deja fluir. Se desboca en grandes tamaños (2×2 metros) o en pequeños papeles. Pintar es su manera de no aburrirse. Y eso es lo que se siente frente a su obra: un latir, un expandirse, una vibración alegre. El deseo de perderse en ese entramado, en esa fiesta. Un goce. Multiplica la felicidad del acto de pintar. Intuición, expansión… La pintura, para Sturgeon, no se piensa: se siente.

Última fecha

jue

3

septiembre / 2015

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