El estilo de dos culturas se traduce en un notable y amplio repertorio de música, bailes y canciones. En la música de los pueblos se reflejan los amoríos, logros e historias que los cohesionan y configuran.
El cante flamenco se basa en sus comienzos, en una transmisión oral llevada a cabo en la intimidad del hogar o en reuniones de carácter social o religioso, y es por ese motivo que sus orígenes se pierden en los años de la España Medieval. Tanto este, como la música sefardí, contienen en sus estilos antiguas reminiscencias de las más variadas facetas de convivencia musical, entre dos pueblos, que trabajaron juntos en paz y armonía en los inicios de esta expresión.
No es de extrañar que en la vida musical del medioevo participaran judíos conjuntamente con la música y las tradiciones árabes y cristianas; en referencia a los sefardíes, la presencia instrumental estaba clara en la música litúrgica, que utilizaba elementos propios, pero pronunciaba el cante en lengua hebrea. En efecto, esta forma musical fue empleada para trasladar al castellano los textos litúrgicos originalmente escritos en lengua santa, ya que el conocimiento del hebreo por la población de la Edad Media era prácticamente nulo.
Es en este sentido que al decir flamenco podemos pensar en los paisajes de Andalucía, Extremadura, Murcia y de sus voces, su música y su baile, y al mencionar la música sefardí, contemplamos las mas variadas expresiones de vida de los judíos en España.
El presente espectáculo, se propone traer un reflejo fiel de estos paisajes, de la mano de los músicos Jorge Mehaudy y Héctor Romero.
Jorge Mehaudy nació en Buenos Aires. Fue autor de grandes éxitos musicales durante la época del ‘70, y también de música dirigida al público infantil. Entre otros colaboradores, trabajó con Maria Rosa Yorio, y Elsa Bornemann, y compuso música para ciclos televisivos, entre ellos“Super amigos” de Juan Carlos Altavista. Su último disco, Sefarad, fue lanzado en el año 2008, y desde entonces se dedica mayoritariamente a la música sefardí.
Héctor Romero comenzó a trabajar en la década del ‘80 (luego de cursar estudios en el Conservatorio Municipal de Música Manuel de Falla), dentro de la música popular junto a cantantes y compositores del género. Estudió también con Walter Malosetti y Armando Alonso, y cursó la cátedra de guitarra flamenca con el guitarrista español Andrés Batista. Durante su carrera trabajó con Juana Amaya, Rocío Jurado, Roberto Carbajal, Ricardo Montaner y los bailaores Antonio Ortega y Carmela Romero, entre muchos otros. También realizó dirección de múltiples espectáculos de flamenco con diferentes compañías, y fue premiado con el Reconocimiento al intérprete de mayor crecimiento en el arte flamenco, en el año 2000, otorgado por la Colectividad Andaluza. Entre otros premios, obtuvo en el año 2008 Diploma de honor por su aporte a la danza U.N.E.S.C.O. y en el año 2014 el Reconocimiento a la trayectoria en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, con entrega de la estatuilla de la república.