Tras realizar algunos cortometrajes, Martin Scorsese volcó en su primer largo casi todas sus constantes futuras: la represión católica, la estrecha relación entre sexo, violencia y religión, la cinefilia (que a esta altura estaba orientada más hacia Europa que hacia Norteamérica), el suburbio, la desenfrenada imaginación formal. Incluso algunos colaboradores, como Harvey Keitel y la montajista Thelma Schoonmaker, iniciaron aquí su larga asociación con el director. En Argentina se estrenó con varios años de atraso, tras la repercusión local de algunos de sus films posteriores, como Taxi Driver.

Who’s That Knocking at My Door?, EUA-1968, 90'.

Última fecha

sáb

4

abril / 2015

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