Encuentro con Carlos Bissolino.

Al entrar al taller desaparecen los condicionamientos, estoy en un ambiente único y personal con los materiales de trabajo que fueron elegidos como piezas de una colección, aquí comienzo el proceso que conduce a la obra o al menos a vislumbrar nuevas posibilidades que, con alternativas de experimentación constante, como un cambio de rumbo, la poética del imprevisto, hallazgos, breves momentos de felicidad e incertidumbre, permiten a la obra emerger y a dirigir el proceso, que se vuelve placentero y demandante al mismo tiempo.

Pintar, significa estar siempre en un tiempo presente, con breves disrupciones, como parar un poco, tomar una cierta distancia, mirar, ver hacia donde vamos. A veces sentimos que un hallazgo nos gustaría compartirlo; en la pintura no hay lucha, sino diversos grados de intensidad en una excitada soledad, pasamos de la concentración a momentos de un relax relativo.

Entiendo a la pintura como organismo, cuando “siento” y veo que estoy llegando a concluirla, ella misma comienza a dirigirme, me va diciendo qué hacer; en este desdoblamiento paradojal, yo soy la obra que se autodetermina y me indica como seguir. Sentir que en una pintura hay vida, pulsa, que emite energía, es una separación necesaria para concluirla, para decirme: ¡está terminada!

Pintar es una acción, un acto necesario, un placer sensual.

Las obras del período 2020/2021 son acrílicos sobre tela, algunos con la inclusión de papeles de pasta de color. Esta serie es la continuidad de un proceso de trabajo no lineal, que considerando aspectos formales comenzó hace unos años, pero a la vez pueden agruparse como lo último de mi producción y, pretenden estar en relación con la continuidad histórica de la pintura y sus vaivenes, sosteniéndose en su propia corporeidad.

Carlos Bissolino nació en Buenos Aires, Argentina, en 1952. Se formó desde temprana edad con Luis Felipe Noé y luego en la Scuola di Arti Ornamentali di San Giacomo en Roma, Italia. Actualmente es profesor titular de las materias Taller Proyectual en la Universidad Nacional de las Artes, y de Medios Expresivos en la Universidad Nacional de Lanús. Mediante estas instituciones publicó artículos y codirigió proyectos de investigación. En más de cuarenta años de trayectoria realizó numerosas muestras y recibió premios de carácter nacional e internacional. Sus obras forman parte de colecciones tanto públicas como privadas. Vive y trabaja en Buenos Aires.

Mercedes Casanegra (Argentina, 1956 - reside en Buenos Aires) es investigadora, crítica en arte argentino y contemporáneo y curadora independiente. Docente en la cátedra Estética para Artes, Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Presidente de la Asociación Argentina de Críticos de Arte-AICA (2001-2006). Algunos de sus trabajos de curaduría son: las muestras antológicas de Roberto Elía, Enio Iommi, Kasuya Sakai, Eduardo Stupía, Matilde Marín (Centro Cultural Recoleta, 2003-2008) y el envío argentino a la Bienal de Venecia de 2003. Fue consultora invitada para El Tiempo del Arte, en la selección de las obras latinoamericanas, así como en el desarrollo de un vasto programa de conferencias para la capacitación del personal educativo. Esta licenciada en Historia del Arte por la UBA ha publicado, entre otros títulos: Noé, Jorge de la Vega, Josefina Robirosa, Polesello Imanes. Desde 1985 estudia e investiga la obra del conceptualista argentino Víctor Grippo (PK) y forma parte de numerosos jurados de su especialidad.

Quiénes

Artistas: Carlos Bissolino // Curador: Mercedes Casanegra //

Última fecha

sáb

29

octubre / 2022

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