Peggy Pickit Ve El Rostro De Dios

Dos matrimonios de médicos cuadragenarios, como dice la didascalia en cualquier ciudad universitaria en el mundo Occidental, se reencuentran para cenar, una noche, después de seis años. Liz y Frank, bien instalados en su casa con garage, con el trabajo, el coche, la nena reciben a Carol y Martin, que regresaron precipitadamente, traumatizados y empobrecidos de un país de África donde la enfermedad y la guerra cobran innumerables víctimas. El nombre de Peggy Pickit hace referencia a una muñeca completamente plástica, occidental, en oposición a otra que trae de regalo la pareja que vuelve, con rasgos autóctonos africanos. Estas dos muñecas representan respectivamente a la hija de la pareja Liz-Frank, y la otra, a la nena africana que Carol y Martin quisieron adoptar pero finalmente no pudieron y a través de ellas, y por medio del juego que hace Liz con las dos muñecas, asumiendo alternadamente la voz de una y la otra, se desarrolla una conversación aparentemente hueca, pero por momentos muy violenta, que resume la imposibilidad de un diálogo Oeste - Este, o Norte - Sur, cualquiera sea el caso, y también en lo ilusorio que se ha convertido el intercambio en y entre las dos parejas.