En el texto que acompaña la exposición, la artista Silvia Gurfein, explica: Desde que tengo memoria, miro atentamente el cielo. De modo directo y también a través de toda la tecnología disponible. Miro el cielo, particularmente las nebulosas, pero también miro el ojo que lo ve. Cuando cotejo ambas imágenes observo que nebulosa e iris se parecen mucho. Parece verificarse la desfigurada simetría entre aquí y allá. La nebulosa, esa materia cósmica difusa y luminosa de contorno impreciso, es polvo de estrellas exánimes. El rastro bellísimo de la muerte de una estrella. "Desde hace mucho tiempo, trabajo con los restos, los vestigios, la parte que queda del todo. Siempre interesada en esa frontera móvil entre lo vivo y lo extinto en la mirada, en la pintura...

"Partícula fantasma es el nombre de esta exhibición y es también el modo en que se denominan a unas diminutísimas unidades emitidas por el Sol y otros estallidos, circulando libres desde el nacimiento del universo. Son partículas misteriosas que interactúan muy poco con la materia y las que llegan a la Tierra la traspasan, así como traspasan nuestros humanos cuerpos, igual que fantasmas atravesando muros. Entonces ¿cómo es la huella de un fantasma? Como el resto de una mirada, como obsesiva imagen impresa en la fantasía. Como estas pinturas tal vez, mudas, ubicuas y abismales.

A veces, para pintar la aparición de lo existente es necesario cerrar los ojos y ver, sobre la pantalla-párpado, las manchas de color residuales, los fantasmas de la luz.

Última fecha

jue

31

diciembre / 2015

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