Sobre la exposición de Cristián Mohaded, Martín Zanotti escribe: "Materia prima convertida en objeto estético. Elementos que habitualmente funcionan al servicio de la creación, iluminados con una luz nueva , una luz que los realza como objetos con un valor intrínseco. El mismo valor que Cristián Mohaded les otorga a la hora de adoptarlos en su camino experimental como creador. Flexibilidad, contundencia y una impronta rústica y eminentemente plástica. C.M. habla el idioma de sus materiales o, mejor dicho, entre todo el universo disponible escoge aquellos materiales que reflejan su mundo interno. Un mundo que, al volverse parte necesaria de un proceso creativo, va desenrollando otras de sus peculiaridades: el rigor, la obsesión, y la búsqueda compulsiva, casi visceral, de una íntima forma de la perfección.