Smart Gallery presenta Muestra número doce, de Natalia Cacchiarelli.

Esta muestra es la número doce como diciendo que hubo otras y habrá otras. La enumeración es la contracara de un título y en este caso es un título también.

Tiene como particularidad que la pintura se nota, pasa al frente. Esto quiere decir que vemos las pinceladas. Quien busque estructuras multiplicadas parejas, formando constelaciones finalmente coherentes entre sí, espejadas, simétricas, se va a sorprender: es que no las va a encontrar.

La obra de Natalia Cacchiarelli se partió sobre sí misma y se hizo amiga del garabato a escala de la pintura. El garabato en el dibujo es una excusa para pensar más allá de los signos normales del lenguaje. En la pintura el garabato es generalmente una imagen que expresa una condición constante de quien pinta.

Adelante están estas diagonales con quebraduras contestatarias o los dibujos de líneas finitas sobre fondos monocromáticos hablando con un color más, como suelen ser. Atrás queda la vocación matemática que por momentos le daba a Natalia sensaciones de soledad. Algo se movió y cualquier cosa que se mueve en cualquier lugar tiene consecuencias: durante estos meses se dio cuenta que pintando de esta nueva manera, podía combinar aquellas obsesiones abstractas con la alegría primera y manual de pintar.

Es el resultado de un proceso que la puso en un desorden contento donde los materiales y las formas en que se organizan sobre las telas están abiertas. Esto quiere decir que del hermetismo y los planos puros de mucha de su obra anterior llegó a un estadio donde lo que prima es la pintora, no su objeto. Las obras son un momento dentro de un estado de ánimo que Natalia quiso revocar de algunos formalismos que ya la aburrían.

Quiénes

Artistas: Natalia Cacchiarelli //

Última fecha

vie

29

julio / 2022

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