El primer viaje de Ortega y Gasset y su padre, Ortega Munilla, en 1916 formó parte de su descubrimiento de otra América. La sorpresa por el dinamismo urbano, la curiosidad por el pensamiento filosófico que abarrotaba los salones de conferencia, la intensa vida social y la vigencia de las instituciones españolas en Argentina y Uruguay motivarían una profunda huella emocional en sus espíritus. En sus viajes al interior captaron la diversidad de escenarios urbanos, paisajes rotundos de horizontes sin límites y los procesos de cambio que se avecinaban. Llegaron en tiempos de la asunción de Yrigoyen y a intuir la renovación de la nueva generación que estallaría con la Reforma Universitaria en Córdoba. Vislumbraron la fuerza del centenario de la patria y dejaron amistades consolidadas y mensajes de esperanza y entusiasmo para el porvenir.

Quiénes

Curador: Ramón Gutiérrez //

Última fecha

jue

22

septiembre / 2016

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