Una sombra negra pende sobre la figura del abogado penalista, aquel cuyos argumentos apuntan a exonerar a los criminales. Pero Alfredo no es un buitre rastrero, tiene valores que sustentan su tarea. Entiende que, más allá de las penurias de pasarse los días de visita en cárceles y tugurios, su misión es darle a los pibes la oportunidad de tener otra vida. En ese sentido, la película se equipara a su figura central, a esa especie de sheriff desgarbado que es el único representante de la sociedad careta que les habla de igual a igual a los imputados. La película tampoco renuncia a su prerrogativa de demostrar que la cárcel destruye más de lo que corrige, y que, más allá de las faltas cometidas, en esta sociedad de control es fundamental dar pelea, con fe de que la dignidad pueda algún día ser para todo el mundo. Dirección y guion: Matías Scarvaci y Diego Gachassin. Argentina, 2016. 72’

Última fecha

sáb

17

diciembre / 2016

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