En el texto que acompaña la exposición de Silvia Gurfein, Rosario Bléfari cita a Mario Ortiz: “...Una función se descubre mirando con insistencia un objeto hasta que el ojo segregue un líquido caliente y aromático”. Así, la artista, siguiendo a Bléfari: Y entonces, tiempo después de haber hecho estallar su pintura, justo cuando se interesaba por los mundos ínfimos y completos que constituían aquellas astillas…Los restos expuestos como evidencia de la historia pictológica de su universo, del universo de su pintura...Cuando todo empezaba a ser eso que sería, una tela dejó en la pared delicados puntos que el tejido había exudado en el secreto apoyo, en la oscuridad de las superficies en contacto. Y se detuvo en esa especie de braille, en el mensaje cifrado. Era la cara oculta de la pintura hablando en alguna lengua, señalando por el revés la salida, en los dominios de lo que ocurre mientras tanto...

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vie

8

noviembre / 2013

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