“La niña que moría a cada rato” (1er premio de Dramaturgia 2003 Fondo Nacional de las Artes)

una producción de Bombín Teatro.

Ficha Artística:

Autor: José Luis Arce

Elenco: Karen Ojeda, Ricardo Villani, Marcela Reynoso, Dardo Arenas, María del Valle Strada, Nadia Rodriguez, Melina Montenegro, Gervasio Melo

Diseño de luces: Horacio Novelle

Puesta en Escena y Dirección general: Joaquín Gómez

Asistencia de dirección: Gustavo G. Lencina

Teatro Gualeguaychú, Urquiza 705 -

Sinopsis: Una familia de campesinos pierden a una niña al nacer. Al cabo de unos días unos peregrinos que pasan por allí le regalan a su hija a la que esta mujer cría como propia. Al crecer la niña presenta la propiedad de morir y volver a la vida, situación que despierta un desconcierto en el pueblo que inicia una investigación. Su historia, la de una muchacha que muere y resucita con la misma facilidad con la que duerme y respira, simboliza una serie de temáticas que van de las leyendas populares a la desaparición forzada de personas pero sin apartarse del relato que narra. Ambientada en el campo de alguno de nuestros países y en un tiempo indefinido pero que es el pasado, no importa tanto si reciente o remoto, esta muchacha milagrosa, blanca y descalza, aguarda que el jaguar (el hombre que no perdió su animalidad, pero que necesita del hombre)

Dice José Luis Arce de su texto: Una poesía en el espacio común.

El espacio-tiempo de una historia perdida en los meandros de un origen donde ya el hombre era verdugo del hombre, pero donde el azufre del misterio aún podía cambiar las energías de las almas.

Una familia acosada por un destino de calidad incierta, al ser los inexplicables depositarios de La niña que moría a cada rato, arcano indescifrable en medio de la agreste geografía de una tierra brutal.

Nos recomiendan: “Una historia muy profunda. José Luis Arce nos introduce en una historia que bien podría ser una clásico griego al abordar temáticas tan vastas y profundas. En la puesta de Joaquín Gómez, vemos un intento genuino de pararse frente a ese texto y afrontar la escena con la altura que merece. Muchas son las escenas que uno puede sacar fotos de una puesta que podría haber estado en una sala inmensa para un cuantioso público”. Elio Kohaj – Revista Abrí.

“La niña que moría a cada rato es un muy buen ejemplo de análisis figurado de la realidad latinoamericana. Su historia, la de una muchacha que muere y resucita con la misma facilidad con la que duerme y respira, simboliza una serie de temáticas que van de las leyendas populares a la desaparición forzada de personas pero sin apartarse del relato que narra. Ambientada en el campo de alguno de nuestros países y en un tiempo indefinido pero que es el pasado, no importa tanto si reciente o remoto, esta muchacha milagrosa, blanca y descalza, aguarda que el jaguar (el hombre que no perdió su animalidad, pero que necesita del hombre) la devore finalmente para encarnar su destino de mito. Este texto de José Luis Arce (Primer Premio de Dramaturgia 2003, Fondo Nacional de las Artes) encuentra en la puesta de Joaquín Gómez una exacta medida de belleza acorde a la rusticidad del enigma propuesto, una puesta donde domina el claroscuro y donde cada imagen recuerda las estampas de un libro de fábulas. Es un halago: a nuestra generación le gustaba sumergirse en los libros de las generaciones anteriores, y La niña que moría a cada rato tiene ese reverbero a papel viejo que renace en cada nueva lectura. Crítica publicada por Carlos Diviesti para Blog de la esquina peligrosa”

“El texto de José Luis Arce desborda poesía y trama en la imbricación de las historias: las muertes sucesivas y la barbarie del llano, toda una red de significantes que en la puesta de Joaquín Gómez se anudan y nos interpelan sobre la otredad, la incomprensión y los límites de la esperanza.” Teresa Gatto para Telón de fondo. Revista de Teoría y Crítica Teatral.

“Una mirada diferente sobre lo ocurrido en otra parte. Ante un texto sugerente, rico y bien escrito se requirió la recreación por parte de un director cuya mirada -no menos poética- pudiera llegar a representar lo que la obra originalmente ocultaba. Probablemente Joaquín Gómez haya tenido que sacrificar parte del vuelo poético de la pieza para cumplir, acabadamente en mi opinión, con la inmediatez requerida como espectáculo. Fue necesario crear toda una dramaturgia, con un ritmo y una atmósfera propios de un realismo distanciado de la realidad y con una cotidianeidad próxima a lo simbólico. Así se pudo representar este trabajo difícil desde su concepción hasta su muestra. La sencillez escénica, la administración rigurosamente contenida de los lenguajes actorales y la revalorización del texto de Arce fueron aciertos de dirección encontrados al cabo de todo un proceso de búsqueda de una poética que se mantuvo vigente y que funciona al desarrollo del trabajo. Roberto Allocco Garín - UNR (Universidad Nacional de Rosario)

Quiénes

Autor: Jose Luis Arce // Dirección: Joaquin Gomez //

Última fecha

dom

2

septiembre / 2018

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