Dos fascinantes y divertidas historias se suceden con una luna cómplice. Una niña sueña con la luna, un niño enamorado decide regalarla, un pintor pinta su obra maestra y un simpático personaje intentara dormir. La luna será testigo de aventuras y les recordará el asombro de la naturaleza.
La luna como testigo es una pieza poética pensada para los niños. La poesía es un arrullo para el alma infantil, que acuna, acompaña, hace crecer. Es amorosa, juega, divierte y a veces hasta hace cosquillas. Esta pieza conjuga todo eso a través de la magia de los títeres que hacen volar la imaginación, juguete tan preciado en estos tiempos. “La poesía no solo sirve para dormir a los niños, también para despertarlos”.
Libro: Adriana Sobrero // Dirección: Sergio Ponce, Adriana Sobrero // Titiriteros: Adriana Sobrero // Producción: Agarrate Catalina Títeres //