Se despide la obra.
Ensordecedora.
Que ardió y dejó dicho todo lo que nos hace encender el pecho.
Y lo dicho será puñal.
Para siempre. Para que impregne su espíritu en el aire.
Así fue de Libertaria y así será de brutal.
De torbellinos guevarísticos.
Celebraremos por esta idea y su perpetuidad.
Será una velada de tamaña magnitud.
San Telmo testificará.
Si este circo se acabara, quisiera ver para donde volarías, sin piso y sin paracaídas, con tanta libertad...