Kazuya Sakai es mayormente conocido entre nosotros por los dos territorios estilísticos donde ha desarrollado la obra que, por lo general, lo caracteriza, es decir, las dinámicas geometrías policromas por un lado, y la informalista gestualidad caligráfica por otro.

Las piezas que se exhiben en esta oportunidad fueron ejecutadas entre los años 1981 y 1995, y corresponden a una etapa especialmente notable por la soltura heterodoxa, una necesidad que quizás podía también intuirse en la evolución de los procesos “históricos” mencionados anteriormente. Es aquí donde una grácil desenvoltura aflora explícitamente, como la nostalgia lírica de un creador que sorprende al replegarse en la búsqueda inclasificable de un sincretismo claramente experiencial.

En esta nueva instancia introspectiva, es el papel el elemento común y el cuerpo sustancial que aporta no solamente presencia en tanto soporte físico sino latencia y espíritu. Precisamente “Washi”, la palabra japonesa que designa a la práctica de fabricación de papel artesanal, es el título de la muestra, compuesta exclusivamente por obras en papel de arroz y de algodón; el primero, con esa aparente fragilidad estructural que es sin embargo increíblemente resistente, el segundo con mayor grosor, densidad y una muy porosa permeabilidad.

De una manera asombrosamente táctil, en un grado de proximidad probablemente inédito en todo el resto de su obra, sentimos cercanamente, centímetro a centímetro, la manualidad detallista de Sakai, la minuciosa emocionalidad de su mirada y su respiración visual, conduciendo los iluminados, atemperados vaivenes de los movimientos coordinados en la inalterable conciencia del maestro que equipara la altura de su sapiencia con el candor del descubrimiento perpetuo.

Quiénes

Artistas: Kazuya Sakai //

Última fecha

vie

2

agosto / 2019

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