MCMC galería se complace en anunciar la exhibición individual de Silvia Torras, titulada Juventud y alegría; una alegría que no es la exuberancia boba, sino la verdadera alegría con texto de Florencia Qualina.

En los primeros tres años de los sesenta Silvia Torras además de formar parte de experiencias colectivas fundacionales para el devenir de la instalación y el Conceptualismo, como Arte Destructivo – 61’– y El Hombre antes del Hombre –62’– produjo un poderoso caudal de pinturas. Algunas de ellas fueron vistas en las exhibiciones individuales que tuvo en la Galería Peuser – 60’ – y en la Galería Lirolay –61– , o en prestigiosos premios, como el Di Tella y Ver y Estimar en 1963. Este año clausura definitivamente su trayectoria artística, su vida en Buenos Aires y su matrimonio con Kemble. Murió en 1970, a los 34 años en Cuernavaca, México.

La tentación de presentir un recorrido trunco al advertir una muerte tan joven se desvanece al conocer su intenso y extenso trabajo: para Silvia Torras el tiempo en el arte fue suficiente para legar una obra en la que confluyen pathos y ornamentación. A diferencia del lugar común informalista tan moderado, áspero en el uso del color, Torras se distingue por tomarlo como emblema: amarillos, azules, verdes, rojos vibran como selvas o tempestades de lava.

El sentido dramático de su pintura tiene puntos muy altos, arrolladores cuando se dirige a enormes lienzos – otra singularidad suya en una época que reservaba formatos contenidos, no demasiado grandes para las mujeres y así moderaran sus ambiciones – sin embargo, no claudica al reducirse. Volver sobre el trabajo de Silvia Torras es fundamental para continuar hilando una historia del arte diversa, hecha también de olvidos, fragmentos y apariciones intempestivas.

Quiénes

Artistas: Silvia Torras //

Última fecha

mié

30

junio / 2021

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