Julie Bergadá Mugica (1952-2014) sabía mirar con simpatía y fotografiar con amor. Panoramas, rincones, personas, animales , detalles, todo lo miraba en profundidad y lo retrataba con afecto, buscando el enfoque amable con imágenes difusas o precisas según los casos, a veces bordeando el humor, pero siempre capaz de condensar, expresar y transmitir la belleza plástica que su sensibilidad lograba atrapar y su refinado oficio sabía fijar en el papel.

Dejó esta vida demasiado temprano, pero al irse dejó también una notable producción fotográfica íntima, aquella que no estuvo destinada a ser publicada en las muchas revistas de viajes y turismo argentinas y extranjeras que la tuvieron como fotógrafa, entre ellas la francesa The Best Magazine, la australiana Vogue Casa, las italianas Forza 7 y Gente, o las locales Vanidades, Paula Argentina, Lugares (revista de la que fue fundadora y directora durante la década de los noventa), además de colaborar frecuentemente con los principales diarios de nuestro país.

Había hecho sus primeras armas en Londres, como asistente de Tim White y Christopher Smith, pero al cumplir treinta años decidió volver a la Argentina y seguir desde aquí conociendo y fotografiando el mundo. Así lo hizo y en 1992 la Asociación Editora de Revistas le otorgó el premio Pléyade, destinado a la mejor fotografía aparecida en revistas argentinas.

Amante de la naturaleza y los placeres de la vida, llegó a compartir su actividad incansable de fotógrafa con la atención de su restaurante exclusivo en Bariloche.

A dos años de su muerte, esta selección de sus trabajos que presentamos en el Museo Nacional de Arte Decorativo, constituye al mismo tiempo un bienvenido descubrimiento de su legado, una confirmación de su talento artístico y un homenaje póstumo muy merecido.

Alberto Bellucci

Quiénes

Artistas: Julie Bergadá //

Última fecha

dom

2

octubre / 2016

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