Sensibles captadores de luz y de movimiento, Adrián y Javier aún no se conocían cuando realizaron estas fotografías, sin embargo, compartían inquietudes similares: una necesidad indefinible y un constante deambular con la mirada puesta en el extrañamiento de lo cotidiano. Al ver hoy las fotos de ambos artistas en conjunto y entreveradas, se vislumbra un territorio común: la toma directa, ese intersticio poético y personal, en donde la imagen y la intuición se encuentran.

Como este destello que asoma, exploran múltiples territorios de la imagen, entre lo real y lo imaginario, entre el dibujo de los paisajes de la pampa y el caos de una urbanidad fulminante e imperiosa, fluye la sensación de un viaje sensorial. Testigos atentos y aun ansiosos de sur-realidades cotidianas, crean juntos un clima enigmático.

Posiblemente, estas fotos sean espejo e interfaz de búsquedas y expresiones un touch románticas.

Última fecha

vie

16

noviembre / 2012

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