Un subterfugio, un doblez, una deriva en la que al actor le es dado volverse espectador de sí mismo y advertir así la ineludible sustancia de la que está constituido; como si la naturaleza pregnante y procaz de los murmullos que componen su carne se volviera la encargada de enrostrarle las evidencias: unas que no podrían sino enaltecerlo y sin embargo no logran dejar de herirlo al mismo tiempo.
O a la inversa, o a la inversa de la inversa.
De Mariana Obersztern. Actúan: Leticia Mazur, Agustín Rittano, Julieta Vallina