A raíz del resurgimiento obtenido con la fascinante Mulholland Drive (2001), que originalmente era el piloto para una prime time soap opera Lynch decidió explorar sus propios mitos e ideas y el resultado de estar filmando ‘en secreto’ con video digital es esta cinta. Ostensiblemente, podría tratar acerca de Nikki (Laura Dern en una interpretación que no es hipérbole calificar de temeraria; pocas son las actrices que se atreven a llegar a tanto con un director), una actriz que obtiene un rol en una cinta que es el remake de una película “maldita”. O acaso es la historia de Sue, el personaje que Nikki interpreta. O tal vez no, tal vez todo sea una telenovela vista por una familia de conejos (quizá) o tal vez no, tal vez todo es el sueño de una chica que ha sido secuestrada por tratantes de blancas. O tal vez no. O tal vez sí… la película, como California, es un estado mental. Lynch abre una caja de Pandora en la forma de Laura Dern y da rienda suelta a sus obsesiones y delirios secretos. Así vemos desfilar por la pantalla a Jeremy Irons, a Justin Theroux y a una virtualmente irreconocible Julia Ormond, a Diane Ladd, en un parpadeo, a Nastassja Kinski, a Bill Macy, a Laura Harring y sí, debajo de esas orejas peludas se oye como Naomi Watts… y todos ellos están involucrados en algo extraño, inenarrable, truculento y también maravilloso.

Inland Empire, Estados Unidos/Francia/Polonia 2006, Dirección: David Lynch.

Última fecha

dom

29

julio / 2012

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