Hilda Marinsalta parte de un viaje a la ciudad de Marco Polo que le produjo un impacto tal que su pintura se movió en un sentido axial. Como explica Luis Espinosa en Venecia, la artista se detiene y concentra su mirada sobre esa superficie que se muestra con todo su poder. Pero el agua no consigue por sus propios medios mostrarse, para lograrlo necesita de la imagen de lo que está arriba. Como si no pudiera, el agua, contarse a sí misma sino a través de otra cosa. El resultado en la obra se traduce en un alejamiento de lo real, una imagen que en principio se percibe caótica, abstracta en un sentido no geométrico.

Curador: Miguel Angel Giovanetti.

Última fecha

dom

29

septiembre / 2013

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