Luego de las obras de ampliación del edificio, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires presenta la muestra Historia de dos mundos: Un diálogo entre la colección del MMK y la historia del arte experimental latinoamericano, 1944 –1989. La exposición propone abrir un diálogo entre dos narrativas vigentes del arte occidental contemporáneo: las obras canónicas de Europa y Estados Unidos y las obras experimentales del arte contemporáneo de América Latina.

Con base en la colección del MMK, centrada principalmente en el arte europeo y norteamericano de las décadas de 1960 y 1970, el período cronológico que abarcará esta exposición se iniciará no obstante algunos años antes —puntualmente en 1944 cuando se realizan las primeras exposiciones del movimiento del arte concreto en la Argentina— y se extenderá hasta el fin de las dictaduras latinoamericanas, en los últimos años de la década de 1980.

Esta exposición marca un hito: es la primera vez que una colección europea con obras paradigmáticas de los discursos canónicos de la historia del arte occidental se abre a la posibilidad de ser revisitada desde el punto de vista del historiador de arte latinoamericano.

La colección del MMK se vuelve, entonces, un terreno fértil para el debate y la exploración de los diversos lenguajes, estrategias y posiciones ideológicas que fueron surgiendo en el pasaje del arte moderno al arte contemporáneo de la mano de los artistas de las vanguardias de América Latina, Estados Unidos y Europa. Este tránsito se expresa a través de situaciones de acercamiento intelectual y empatía entre artistas de diversas latitudes o de situaciones de contrapunto, desafío o tensión. La propuesta tiende puentes inéditos entre artistas de ambos continentes que en su tiempo tuvieron poco contacto entre sí, pero cuyas obras transitan por vías similares, como se observa en Lygia Clark y Franz Erhard Walther; otros artistas que compartieron la misma época, ciudad y búsqueda como Alberto Greco, Yves Klein, Ben Vautier y Piero Manzoni; artistas que tuvieron varios puntos en común pero que nunca se conocieron, como León Ferrari y Tomás Bayrle, y otros en los que encontramos un antagonismo enriquecedor, como Beatriz González y Claes Oldenburg. La exposición proporciona ejemplos históricos de un diálogo continuo y trascendente entre dos mundos, que enriquece la identidad cultural de ambos continentes bajo la premisa de que gran parte de la propia identidad se funda en cómo nos posicionamos, dialogamos y reflexionamos sobre el otro.

Tanto los artistas como sus contextos culturales han estado en constante diálogo desde la época de la posguerra en adelante. En general, las historias del arte escritas en el Norte no reconocieron estos diálogos y las influencias mutuas. Historia de dos mundos recupera esa posibilidad y su potencia al proponer un giro en los discursos europeos y norteamericanos sobre el arte latinoamericano. La exposición plantea el arte histórico latinoamericano no como notas a pie de página de los discursos artísticos del Norte, sino como prácticas centrales, totalmente innovadoras y complejas que arrojan luz sobre la historia del arte cuando ésta deja de ser programática y surge de una necesidad vital de responder a contextos específicos.

Quiénes

Curador: Victoria Noorthoorn, Javier Villa , Klaus Görner //

Última fecha

dom

14

octubre / 2018

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