Durante una hora, el bailarín Lautaro Noriega interpretará una lista de canciones que haya elegido el público inmediatamente antes de entrar a la sala. La lista se reproducirá de forma aleatoria, el orden será determinado por el algoritmo. Lautaro Noriega no sabe qué canciones sonarán, pero debe improvisar. Ninguna persona del público sabe cuándo sonarán ni cómo serán bailadas la canciones elegidas. La música es casi infinita: puede sonar Rammstein, Karina la Princesita, Bach, la Sole, Daddy Yankee, Miles Davis. Lo único que tiene que hacer Lautaro Noriega es bailar. Ese es su capricho.

Una única función. Un único bailarín. Un alevoso acto de narcisismo.

Última fecha

mar

12

diciembre / 2023

También te puede interesar