La modernidad no ha terminado con los abusos. Esta es una de las tesis de la obra de IM Heung-soon, que utiliza el registro documental y la invención para abordar lo que implican, hoy, las condiciones laborales de las mujeres en Camboya y, por semejanza, en Corea del Sur. Pero lo que se inicia como una descripción de cómo la tecnología aliena a las trabajadoras se extiende a casi todas las áreas de la actividad humana. Se trata mucho más que del retrato de una realidad específica en un país específico: IM busca un reflejo universal. Esta película, que recorrió el circuito de festivales durante 2015 y 2016, y fue considerado el mejor documental coreano por la Asociación de Críticos de ese país, resulta una experiencia alucinante: por un lado, testimonios (solo uno es de un hombre, con un gran efecto irónico en lo que se ve); por otro lado, invenciones que exceden, desde el arte, el registro de lo real. La creación, pues, funciona no como un velo que oculta las tramas opresivas del mundo, sino como una lupa que las magnifica.

Corea del Sur/Camboya, 2015, 81'.

Quiénes

Dirección: IM Heung-soon //

Última fecha

vie

16

junio / 2017

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