Don Miguel de Cervantes Saavedra luego de fracasar totalmente en sus carreras de dramaturgo, poeta y cobrador de impuestos para el gobierno, es arrojado a un calabozo para ser juzgado por la inquisición a causa de sus ofensas contra la Iglesia.
Allí es sometido a un juicio por sus compañeros de prisión. Este grupo esta compuesto por ladrones, asesinos y cortesanas que pretenden confiscar sus pobres pertenencias. Una de sus posesiones es el manuscrito incompleto de una novela llamada Don Quijote, para salvarlo Cervantes ofrece su defensa en forma de una colorida y resplandeciente representación.