El artista plástico Diego Bianchi (nacido en Buenos Aires en 1969) plantea la práctica artística como un espacio de ensayo y experimentación: Sus obras son plataformas para entrelazar temas, estéticas y observaciones del mundo real.

Así, en El presente está encantador, curada por el senior del Museo Javier Villa, Bianchi se nutre de la colección para transformarla en una gran obra, una instalación transitable y envolvente donde se mezclan piezas propias y de artistas de la talla de Tomas Abal, Roberto Aizenberg, Antonio Amendola de Tebaldi, Ary Brizzy, Mildred Burton, Zulema Ciorda, Enio Iommi, Jorge Gamarra, Olga Gerding, Edgardo Giménez, Norberto Gómez, Alberto Heredia o Gyula Kosice, sólo por nombrar algunos.

De esta forma, el artista resignifica los espacios del Museo invitando al espectador a una circulación que vuelve las obras tan desafiantes como magnéticas. El pasillo que hay que atravesar para llegar al centro de la sala, por ejemplo, emerge de los restos de la arquitectura temporaria de la exposición previa Pablo Picasso: Más allá de la semejanza. En su recorrido se pueden percibir los espacios residuales del museo, lo que está por detrás de las paredes perimetrales y del techo. Mientras va perdiendo el sentido de la ubicación, el público puede observar de forma difusa y fragmentada lo que más adelante ocurrirá en el interior de la sala central.

Quiénes

Artistas: Diego Bianchi // Curador: Javier Villa //

Última fecha

dom

6

agosto / 2017

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