El Fin De La Apariencia

Lo remanente se activa en el paisaje que contextualiza el padecimiento de los cuerpos de las mujeres representadas de forma anónima. Muestra la palpable herencia de las políticas de distribución de la economía y las formas de productividad alienada que transitan violentamente hasta el presente sobre los cuerpos allí afectados. Simonassi escenifica la muerte presentando el estado de perturbación de los cuerpos en sus territorios, ya sea en un balneario, en la ciudad, en el campo, en la banquina, en la vereda o en el baño de un departamento. Imágenes que la artista toma de la prensa y los medios gráficos. Esa apropiación -que frecuentemente opera como fuente y agente de mediación- revela de qué modo se perpetúa no sólo la descontextualización dicotómica existente campo-ciudad, adentro-afuera, hombre-mujer, vida-muerte, en la diagramación de un hecho, sino también a preguntarse de qué modo es posible des-naturalizar la forma anestésica en las cuales estas imágenes muestran la tragedia. Al representar la imagen en una escala uno en uno,

Simonassi insospechadamente fija una posición distante a la idea de monumentalidad para invertir el efecto de esos cuerpos-imágenes convirtiéndolos en seres humanos. Al mismo tiempo que habla de lo inabordable e indecible de la muerte.

Simonassi nos recuerda que las imágenes no buscan una promesa de felicidad. Como plantea el filósofo Giorgio Agamben en su libro The man without content, la búsqueda de la creación artística sólo se vive como una experiencia desnuda e inefable:Para el que lo crea, el arte se convierte en una experiencia cada vez más extraña, con respecto al cual hablar de interés (en un sentido kantiano) quizás sea un eufemismo, pues lo que está en juego no parece ser de ninguna manera la producción de una obra bella, sino en todo caso la vida y la muerte del autor, o al menos su salud espiritual.