En el texto que acompaña esta instalación, la artista Nadia Martinovich dice: "Yo me veo aferrada a una taza rota, pegándola con resultados grotescos. Desesperadamente y desorganizadamente intentando conservar el tesoro me encuentro ante la fatalidad de tratar volver el tiempo atrás rearmando el desperdicio, he ahí la belleza absurda de la frustración pura.
La melancolía se engendra por el desvanecer de las cosas, los cambios abruptos nos colocan en cimientos inestables. La percepción de un pasado 'mejor', idealizado, que se demuele y la incertidumbre de un proyecto futuro inestable
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