El peluquero se encuentra sentado en uno de los sillones de su negocio. Espejo, utencillos, pelo, son algunos de los objetos que se encuentran al comenzar la escena. Lee una revista esperando los últimos minutos para que termine su día de trabajo. Entra el hombre. De esta manera quedan presentados los dos roles de la obra de Griselda Gambaro, ambos codificados en distintas expresiones del costumbrismo argentino. El hombre desea cortarse el pelo... el peluquero debe cortárselo. No obstante, la actitúd del peluquero ante la llegada del cliente marca los primeros indicios de ruptura con la cotideaneidad, la trasgresión de los códigos de comportamiento socialmente aceptados.Dirección: Hugo Gottschalk. Actúan: Hernán Caleca, Matías Vizcaya.

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vie

11

abril / 2014

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