Cosas Que Pasan

¿Qué los convoca a estos artistas a reunirse a hacer esta pieza?¿Qué alegría puede darles a ellos ser actores, tramoyistas, utileros, extras, transformistas o malos cantantes de operetas?¿Por qué lo hacen? ¿Por diversión? ¿Realmente se divierten? Cosas que pasan es una pieza dislocada, irreverente, maleducada, criminal, rota, iconográfica, artesanal, implosiva, resentida, equívoca…

Cosas que pasan nos conduce a través de un recorrido escénico que rehúye inscribirse bajo un formato determinado. En esta trayectoria se renuncia al control absoluto del significado dejando una obra abierta a múltiples miradas, a la contradicción, a la ironía y a la ambigüedad. Utilizando un lenguaje crítico no solo por la experimentación sino también por la inmersión en lo imperfecto, el espectador es invitado a transitar un paisaje afortunadamente caótico y, por eso mismo, vital y complejo. La travesía no es pacífica, exige participar en un orden que comunica desde el impacto sensorial y desde el extrañamiento propio de una poética azarosa, desestabilizadora, e incluso desde una creatividad dispersa y artesanal.

Cosas que pasan podría pensarse como un itinerario através del mundo de los objetos cotidianos y de sus tramas cambiantes, de sus desplazamientos y mutaciones, o quizás también desde la transgresión a los límites impuestos por referentes y convenciones escénicas, o posiblemente sea solo una invitación a seguir los rastros de una idea en el mismo instante en que se desvanece o a ser testigos de cuerpos que pasan deslizándose en un tenue movimiento hacia la pérdida y la desaparición dejando tras de sí un paisaje vacío deliberadamente desconcertante.