Mediante la virtuosa y delicada superposición de varias capas de acuarela en luminosa transparencia, Elisa O´Farrell disuelve el límite hipotético entre superficie plana y profundidad de campo, entre cuerpo sólido y fantasma, entre representación e ilusión. Pero no es lo único que transgrede: también, convierte la neutralidad exhibicionista de una de esas adocenadas jaulas de vidrio que muestran ejemplares recién fabricados del zoológico mobiliario en los negocios de la Avenida Belgrano, en un metafórico, aunque perfectamente sonoro y audible, llamado de atención sobre un persistente trauma social, ese que se resume en las protestas habitacionales bajo un lema con altura de manifiesto: casas sin gente y gente sin casas.

En tragicómica, engañosa convivencia, figuras, siluetas y reflejos están y no están allí, como una congregación espiritista que sólo en ausencia puede habitar esa imbricación de exteriores pintorescos e interiores estereotipados. O´Farrell apela a la puesta en abismo de una astuta arquitectura de planos, que podría confundirse con un simple juguete óptico de ambiguedades, pero que ella transforma en un vehículo para atizar la mirada, y por ende el pensamiento y la conciencia crítica.

Embalsamados juegos de living, objetos impalpables, sombras, modales y movimientos del sainete callejero son restos inútiles de una desangelada microfísica urbana, tan transitorios y borrosos como reveladores de la indiferencia, de la falta de reacciòn y resistencia, y del brutal sueño diurno en el que se sumergen todos nuestros días. Eduardo Stupia, agosto 2016

Quiénes

Artistas: Elisa O'Farrell //

Última fecha

vie

14

octubre / 2016

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