Esta exposición une a Pablo Bronstein y Amalia Pica, dos artistas que abordan de manera diversa la historia y la memoria. Bronstein transporta a la antigua Troya para desmantelar su mítico caballo y mostrarlo en su contradicción: se asemeja en su forma a un monumento ecuestre pero esconde una función bélica que no le corresponde.Por su parte, en la obra de Amalia Pica se vuelve a encontrar la temática del monumento pero esta vez como objeto conmemorativo. Una escultura que recuerda un evento pasado único e irrepetible y que intenta capturarlo, plasmarlo en su forma.

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vie

7

febrero / 2014

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