La propuesta es bien atractiva: un recorrido por la música y la palabra cantada que viaja en la búsqueda de arreglos y timbres, acercándose al público desde este lenguaje. Así, Mariana Baggio invita a niños y adultos a cantar, bailar, reir, emocionarse y compartir un buen momento.
Muchas de las canciones de Mariana son parte del repertorio habitual en jardines de infantes y escuelas primarias de todo el país, como por ejemplo La calabaza asada, La canción del agua, Los piratas, Salta Canguro, Que no Pare de Tocar, Los Exploradores, Luna Lanar, Brujos Hechiceros. Imposible evitar sentirse atraído por la oferta artística en cuestión.